Artículo de Belén Perales. Abogada. Tomado de Diario Información.com
Un perro y un gato asesinados con veneno. Foto: Llanera.com |
El hecho de poner veneno o sustancias nocivas en la vía pública puede constituir un delito sin necesidad de que ninguna persona o animal resulte afectado. Se trata de un delito de riesgo, lo que supone que para cometerlo no se precisa un resultado concreto. En caso de que una persona o animal resultase envenenado, el desalmado que coloca el veneno habría cometido otro delito, ya fuera de lesiones (respecto de las personas) o de maltrato animal.
Dejar sustancias en la vía pública que supongan un perjuicio para la salud de las personas o animales resulta un hecho muy grave, en la medida en que de inicio se desconocen el alcance y consecuencias de dicha acción.
En caso de encontrar algún animal muerto con signos de envenenamiento, debemos comunicarlo inmediatamente a las autoridades, evitar tocar el cuerpo, por el peligro que puede suponer para las personas, al desconocer la sustancia empleada y, por supuesto, dicho cuerpo debe ser analizado para determinar qué sustancia ha sido utilizada por el desalmado envenenador.
Las autoridades deben intervenir, no sólo por el delito de maltrato animal que pudiera haberse cometido, sino por la gravedad de colocar sustancias susceptibles de producir menoscabo a la salud de las personas o animales, que de por sí constituyen un delito en sí mismo e investigar la autoría del mismo.
Por ello, si tenemos conocimiento de hechos de esta naturaleza, debemos ponerlos en conocimiento de las autoridades, que tienen obligación de actuar.
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