Una iniciativa busca familias para que los canes retirados del servicio tengan una buena 'jubilación'.
Artículo de I. M. Zaragoza, tomado de
Heraldo.es
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El perro policía Resso, ya jubilado, hace las maletas rumbo a Cádiz. |
El verano de 2009,
Ajax, un pastor alemán de la Guardia Civil, 'marcaba' la localización de una
bomba lapa colocada por la banda terrorista ETA en un vehículo aparcado en Palmanova (Mallorca), evitando una masacre.
Cuatro años después, cuando el can alcanzaba los doce años de vida y llegaba la
hora de su jubilación, recibió su merecido
homenaje: la Medalla de Oro de la organización benéfica veterinaria líder del Reino Unido:
People's Dispensary for Sick Animals.
Y solo una semana después
era recibido por el propio rey Juan Carlos, que
reconoció la labor del animal -el primero en participar en una audiencia real- y de los agentes caninos a su mando. Sin embargo, ese mismo verano, el de 2013,
Ajax fallecía en el Lobopark de Antequera (Málaga), donde pasaba sus últimos días.
De nuevo, su historia saltó a los medios, y hubo quien decidió moverse y hacer algo por los
perros policía que ya no pueden prestar sus servicios. “Vi que Ajax, el más famoso, acabó en una especie de parque temático, y me pregunté qué sería del resto”, explica Isabel Monteagudo, una agente de la
Policía Nacional de Alicante que ha puesto en marcha una iniciativa que busca familias de adopción para los
perros jubilados.
“Consideré que se merecían un final mejor. Me puse en contacto con las unidades caninas y me dijeron que no había nada al respecto, así que me decidí a hacerlo yo”, relata. Hasta ahora, muchos de estos perros
quedaban en manos del propio guía que los había adiestrado y cuidado durante años.
Pero en muchos casos cuentan con varios ejemplares de la misma edad -especializados en
drogas, explosivos, rescate de personas...-, por lo que se retiran a la vez. “Los guías
no pueden hacerse cargo de ellos y de los nuevos cachorros que les asignan”, comenta la Isabel.
De ahí que pusiera en marcha una
página de Facebook ('Perros Policía Jubilados') para
buscar familias que, pese a su edad, quisieran hacerse cargo de estos perros. “Al principio pensé que al ser tan mayores, nadie los querría. Pero en seguida empecé a recibir correos y consultas para hacerse con ellos, o simplemente de apoyo”, cuenta.
Por toda España
Su labor ha calado gracias a las redes sociales por todo el país. “En dos días están casi todos colocados”, señala. Como el caso de
Resso, un perro que “se encontraba muy malito y necesitaba playa, sol y una familia que estuviera acostumbrada a tener animales”. Dicho y hecho. Ahora disfruta de un placentero retiro en un bungalow a cien metros de la playa en la provincia de
Cádiz.
O el de
Zar, un can que no se jubiló por edad, sino por una cojera que le impedía hacer su labor al cien por cien, y que ha sido acogido en
Galicia. O el de
Roni, que ha quedado al cuidado de Julio, en
Alcira (con el que guarda una estrecha relación por proximidad), o el de
Rei en
Alcorcón... “La idea es que el guía del perro no pierda el contacto con él, y pueda ir a visitarle siempre que quiera”, explica Monteagudo, a la vez que reconoce haber creado “una gran familia” gracias a su iniciativa.
Por ello, hace un
llamamiento a los guías caninos de cualquier tipo para que se pongan en contacto con ella llegado el caso. “Hemos conseguido, por ejemplo, que los perros se jubilen cuando les toca, porque antes lo alargaban al no saber qué hacer con ellos después”, comenta.
Y en Aragón
Su llamada también ha tenido efecto en Aragón. Precisamente, el último perro en adopción “tiene todas las papeletas” para acabar en la capital aragonesa, explica la agente, que este mismo jueves recibía un ejemplar de la unidad canina de
Sevilla. “He hablado con una chica de
Zaragoza y es la persona perfecta: peluquera canina, adiestradora, tiene casa grande...”. Se trata de un
Border Collie “muy activo y cariñoso”.
Luis Prades, de la unidad canina de la
Policía Local de Zuera, colabora en el proyecto de jubilación de perros. “Los perros policías, con nueve o diez años ya no están en
condiciones para resistir el estrés y las condiciones de este trabajo”, explica. Por ello, cree que esta agente está haciendo “una gran labor” por los animales.
En su caso, fue él mismo quien impulsó la creación de la citada unidad, adoptando un cachorro de los
Mossos d'Esquadra. “Como es una localidad pequeña, no tenemos presupuesto para más de un perro, por eso está adiestrado para drogas, explosivos y rescate de personas”, comenta.
"Son animales súper adiestrados y muy socializados, son geniales y la gente los está acogiendo muy bien", concluye.