Artículo de Juana Avellaneda, tomado de El Comercio
Civa Sumac ya es la primera tigresa de bengala nacida en cautiverio en Perú, vive en un espacio de 177 m² en el zoo de Huachipa. Foto: Fidel Carrillo. |
“Matan a dos leones africanos para rescatar a joven suicida en el Zoológico de Chile”, titulaban los medios internacionales el pasado 21 de mayo. Una semana después de ese incidente, la prensa contaba que Harambe, un gorila macho de 17 años, fue baleado hasta la muerte luego de que un niño cayera, tras un descuido de sus padres, dentro de la fosa de los primates del Zoológico de Cincinnati.
¿Deberían desaparecer los zoológicos?, le preguntamos a un grupo de activistas. Lizette Bermúdez Larrazabal, jefa de fauna del recinto de Huachipa, el único del país que pertenece a la Asociación Mundial de Parques, Zoológicos y Acuarios del Mundo (WAZA, por sus siglas en inglés), está en contra de que eso ocurra. La experta está convencida de que estos lugares, lejos de ser cárceles de animales, promueven la conservación de especies, algunas en situación vulnerable y en vías de extinción. “El 80% de los animales silvestres que tenemos en cautiverio provienen de decomisos hechos por la Policía en operativos contra el tráfico ilegal”, señala. “Las demás especies exóticas –jirafas, cebras, canguros– son nacidas en cautiverio o llegan producto de intercambios con otros zoológicos asociados sin dinero de por medio. Lo hacemos para mantener una buena genética y que no se produzca incesto entre la población”, agrega.
Jessica María Gálvez-Durand Besnard, directora del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) del Ministerio de Agricultura, también respalda la existencia de los zoológicos. ¿La razón? Casi todas las especies silvestres que existen en los parques son decomisos. “Para nosotros son una ayuda invalorable, porque hacen a veces de centros de rescate. A nivel nacional tenemos 12 refugios, pero solo uno es estatal y está saturado. ¿Qué haría el Estado con esta población si es que no existieran estos lugares? La única alternativa sería sacrificarlos”, indica la representante de Serfor.
¿Educan los zoológicos? Luis Ipanaque, presidente de la Asociación Peruana de Protección a los Animales (ASPPA), cree que no. “Uno no aprende nada viendo a un tigre encerrado”, asegura de manera tajante. Para el activista, estos recintos no tienen ningún fin educativo. “Aprendería más a través de un programa de televisión de Animal Planet, que muestra al ejemplar libre y en su actitud natural”, complementa.
Sonia Aranguren, directora de la ONG Animalistas sin fronteras, también lo cree así. Para la defensora, los zoológicos son centros de exhibición que mantienen a los animales en cautiverio para el “entretenimiento siniestro” de algunos. “Se supone que acerca el reino animal a los humanos, pero lo que le enseñamos a nuestros hijos es el show. No hay respeto por la vida”, dice.
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