Artículo de Vanessa Restrepo, tomado de El Colombiano.com
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| Imagen ilustrativa de un perro desnutrido. Tomada de www.osgrocks.com |
El primer caso ocurrió el 13 de diciembre pasado, cuando varios ciudadanos reportaron a las autoridades que una perrita de raza pitbull estaba en precarias condiciones en un camino de la vereda Vargas.
El subintendente Fernando Otálvaro Vanegas, del grupo de Protección Ambiental de la Policía de ese municipio hizo parte del operativo de rescate del animal. “Cuando llegamos nos encontramos con una escena más que impresionante: el animal estaba desnutrido, deshidratado, y tenía lesiones en todo el cuerpo. Incluso tenía un lazo amarrado al cuello, con un nudo imposible de soltar. En mis 18 años de servicio, nunca vi algo así”, recordó el uniformado, en diálogo con EL COLOMBIANO.
El animal estaba rodeado de moscas y había perdido casi por completo el pelaje. Buena parte de su piel y músculos -les confirmaría después la veterinaria- estaban en estado de putrefacción, producto de lesiones no cuidadas y del clima de las últimas semanas, caracterizado por algunas heladas en la madrugada.
“No sabemos cuánto tiempo estuvo abandonada, pero por las condiciones en las que la encontramos, creemos que la perrita llevaba varias semanas sin agua, comida o techo”, agregó el subintendente Otálvaro.
Milagros, como fue bautizada, fue revisada por la veterinaria de la Secretaría de Agricultura local, que le suministró suero, alimentos, curaciones y antibióticos. Como no podía siquiera mantenerse en pie, los policías decidieron no enviarla a la perrera municipal y en cambio instalaron una zona de cuidados y monitoreo permanente dentro de la estación.
Después de las primeras horas, Milagros dio algunas señales de mejoría que esperanzaron a Otálvaro y su equipo. Sin embargo, y a pesar de los cuidados, falleció en la madrugada de este jueves. Su cuerpo fue enterrado según los protocolos sanitarios establecidos por la ley.
El segundo caso se presentó en la tarde del pasado miércoles. Los vecinos también se percataron de que en una de las fincas había un perro de raza criolla que permanecía amarrado las 24 horas y nuevamente el equipo de Protección Ambiental se desplazó hasta la zona y rescató con vida al animal que permanecía a la intemperie y también presentaba síntomas de deshidratación y desnutrición.
“Está en condiciones graves, pero no tan críticas como las de Milagros. Este perrito al menos se mantiene en pie, ya come y está al cuidado de la veterinaria en la perrera”, agregó Otálvaro.
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