Tomado de El Día.com
Foto: Diario Hoy.net |
“A mi me mataron dos mascotas y hace unos días pusieron en la reja de mi casa una rata ahorcada” Soledad Sotelo, vecina de 136 y 78. |
“La muerte de una mascota nos da mucha lástima, pero uno la puede reemplazar; yo quiero saber qué pasa si perdemos a un hijo o a un nieto porque se envenena, quién se hace cargo?”, se preguntó otro de los manifestantes que está indignado por la cruel muerte de los animales.
“Apareció un polvillo blanco flotando en las zanjas que creemos es el veneno con el que murieron los perros” Damaris Burgos, de 78 y 136 y dueña de un perro envenenado. |
Soledad Sotelo es una de las vecinas que perdió dos de sus mascotas a causa del envenenamiento y que en la mañana se sobresaltó cuando encontró un roedor atado a la reja de su casa.
“La rata estaba como ahorcada y enganchada a la reja, no entiendo quién hizo eso y con qué finalidad porque yo nunca me metí con nadie”, aseguró la mujer que vive en 136 y 78.
Pero ella no fue la única que encontró animales muertos frente al hogar. Rocío Acevedo, de 79 y 135, se topó con dos lauchas muertas y completamente peladas al salir de su casa.
“Les saqué fotos y las tengo en un frasco, ya hice la denuncia en la comisaría, pero no pasa nada, a nadie le interesa lo que nos pasa”, dijo la joven que el último fin de semana perdió a su perra Blanquita, pese a que estaba adentro de su jardín.
La gente dijo que decidió hacer un corte en la avenida 137 por la falta de respuestas y porque ya no saben a quién recurrir.
Además se alarmaron porque también aparecieron gatos y pájaros muertos.
“Nos dijeron que tenemos que llevar los animales a la Fiscalía, pero no es algo que nosotros podamos hacer con todos los que se murieron, algunos todavía están en las zanjas”, agregó Rocío.
Otra mujer, madre de dos pequeños de 11 y 6 años, pidió que algún especialista recorra la zona para que se tomen muestras del agua y de los terrenos baldíos donde los chicos juegan a la pelota.
“Si se va la pelota a la zanja y tiene veneno los chicos pueden entrar en contacto con eso”, agregó y dijo que entre los numerosos llamados telefónicos que hicieron les sugirieron que hirvieran el agua de consumo.
Como se recordará todo comenzó el último fin de semana en la calle 79, entre las calles 134 y 135 bis. Blanquita fue una de las primeras perras en caer, estaba adentro de su casa y, de acuerdo a lo que vio su dueña al descubrir su cuerpo el domingo por la mañana, comió algo lo suficientemente tóxico como para voltearla en cuestión de minutos.
Teresa Garnica, responsable de un comedor comunitario del barrio, también expresó su temor de que los chicos que habitualmente comen en su local entren en contacto con el veneno.
“Mataron a mi perro, pero mi preocupación es la gente, en especial los chicos”, dijo la mujer.
EL MUNICIPIO ESPERA QUE ACTÚE LA JUSTICIA
Por su parte, desde la Comuna dijeron que ante la denuncia de un grupo de vecinos a raíz de la aparición de perros muertos en el barrio de 79 entre 134 y 135 , “el hecho amerita la intervención de la Justicia y que, para ello, es necesario la radicación de una denuncia formal frente a las autoridades”.
En ese sentido, especialistas del área de Zoonosis comunal se comunicaron con los vecinos y les explicaron los pasos a seguir en estos casos, teniendo en cuenta que el Municipio no tiene la autoridad ni competencia para intervenir.
“Hablamos con una de las vecinas de la zona y le explicamos que debían radicar la correspondiente denuncia en la Policía y luego en la Fiscalía N° 6, abocada al maltrato animal, para que realicen las pericias, recaben las pruebas e inicien la debida investigación”, informaron desde Zoonosis.
Cabe destacar que la recientemente creada Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) N° 6 comenzó a funcionar en el mes de abril a cargo del fiscal Marcelo Romero y, desde entonces, interviene en “las investigaciones penales preparatorias en los que se investiguen la posible comisión de un delito de acción pública que tenga por víctima a un animal doméstico”.
“Los vecinos de San Lorenzo nos manifestaron haber encontrado un frasco con alimento, así como que una veterinaria del barrio suponía que los perros podían haber sido envenenados”, continuaron desde el área municipal.
Se aclaró que “sólo la policía y los veterinarios de la Facultad de Veterinaria tienen las facultados suficientes para considerar dichas pruebas y testimonios”.
Esta sucesión de ataques recuerda a lo que se vivió en la localidad de Ignacio Correas, donde en el lapso de dos años aparecieron más de doscientos perros envenenados. La matanza dio lugar a una causa penal, aunque no hubo detenidos.
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