Tomado de Univisión.com
Foto: Captura de pantalla |
Con la ayuda de Animal Recovery Mission (ARM), la policía de Palm Beach allanó durante la mañana del martes tres mataderos ilegales en Loxahatchee en donde se sacrificaba a animales para la venta de carne en el mercado negro.
En los ranchos se mataban caballos de forma cruel para luego vender su carne ilegalmente.
Durante el allanamiento se arrestaron a los dueños y empleados de los mataderos. Uno de los propietarios fue identificado como Jorge García, dueño de Rancho García ubicado en el 15703 Orange Boulevard.
Según la policía, García es un carnicero conocido en el mercado negro, líder de la venta ilegal de carne de caballo en el área de Loxahatchee y Miami. Consumidores llegaban hasta la finca de García para comprar su carne.
García, quien llevaba matando caballos por décadas, los compraba en subastas de animales y en Craiglist, detalló un comunicado de prensa ofrecido por ARM.
Las autoridades dijeron que el vídeo tomado por los investigadores de ARM muestra a García y a "sus empleados vendiendo grandes cantidades de carne de caballo, acuchillando violentamente a cerdos e hirviéndolos vivos, cómo cortaban las gargantas de las cabras y carneros antes de colgarlos por sus patas traseras para luego pelarlos vivos y pisando fuertemente a los patos, cortándoles la garganta y dejándolos ahogarse en su propia sangre".
Otra finca que fue allanada este martes fue la G.A Paso Fino. Esta se ubica en el 14873 Collecting Canal Road y su dueño fue identificado como Orlando Guzmán.
Allí se entrenaban, críaban y vendían caballos para carnear. Guzmán estaba asociado con Edgar Sr. Bica y Edgar Jr. Bica. Estos últimos le tenían rentado terreno a Guzmán y también fueron acusados de correr un matadero ilegal.
Según ARM, los tres hombres vendían carne de caballo en el mercado negro y torturaban a los animales de la finca. Al igual que Guzmán, llevaban décadas en el negocio.
El tercer matadero ilegal allanado fue Medina Farm ubicado en el 2151 C. Road. La finca está incorporada legalmente, pero según la información, su dueño de nombre Jay y su empleado José mataban animales ilegalmente y con métodos crueles.
La mayoría de sus clientes son musulmanes quienes compraban los animales para consumo humano y sacrificios en rituales.
Todas las fincas fueron cerradas permanentemente. Los animales que rescataron fueron llevados a un centro de cuido de ARM.
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