Ya sabías que tu perro hará que lo perdones después de hacer una trastada y que tu gato conseguirá de ti todo lo que se proponga. Pero… ¿y si no fueran los únicos listillos de la clase?
Tomado de Igualdad Animal.org
Todos sabemos lo inteligentes y sensitivos que son nuestros perros y gatos. Conectan con nosotros rápidamente. Saben lo que pensamos. Se anticipan a nuestras decisiones. Nos consuelan cuando estamos tristes. Incluso nos engañan para conseguir lo que quieren. Pero algo está pasando. ¿No lo habéis notado?, cada vez hay más vídeos en redes sociales cuyos protagonistas no son nuestros peludos amigos. Cerditos, cabras, vacas, gallinas… ¡Hay nuevos protagonistas en el barrio y parece que son tan inteligentes como el que más!
No es de extrañar, la ciencia y nuestra capacidad de observación están descubriendo que los animales de granja (sí, esos mismos que acaban en bandejas en las neveras de los supermercados) son inteligentes. De hecho, muy inteligentes. Y por supuesto, tan adorables como perros y gatos. He aquí algunos hechos que están haciendo que cada vez más gente deje a nuestros nuevos amigos fuera del plato:
1. Los animales de granja poseen vocabularios complejos:
¿Pollos y gallinas hablando entre ellos? ¡Sí!, ¡y con más de 30 vocalizaciones distintas! Estas aves son capaces de lanzar una amplia gama de mensajes. Desde avisar al resto del grupo de dónde hay comida, pasando por alertar sobre predadores. ¡Y hasta tienen vocalizaciones distintas para distintos tipos de predadores! Su comunicación empieza antes de la eclosión del huevo: estando aún dentro se comunican ya entre ellos y con su madre.
2. Son capaces de razonar y formarse opiniones:
K-Lynn Smith, del Laboratorio de comportamiento animal de la Universidad Macquarie, en Australia, investigó el comportamiento de un grupo de gallinas. Descubrió que las gallinas usan la lógica y la razón para elegir a los gallos con quien aparearse. Pero antes de elegir a su compañero observan a varios y se forman una opinión de ellos. Esto significa que guardan en su memoria cada comportamiento observado en los gallos.
3. Son astutos y si lo necesitan pueden engañar a sus compañeros:
Investigadores presentaron evidencias de lo astutos que son los cerdos. Observaron cómo un cerdo aprende al instante que otro está mostrando signos de saber dónde hay comida y comienza a seguirlo. Pero…¡Ja!, el otro cerdito sabe perfectamente lo que está pasando y lleva al primero a lugares en donde no está la comida para que deje de seguirlo y asegurarse doble ración.
Además estos animales se encuentran entre los más rápidos de la naturaleza en aprender. Tanto o más que delfines o primates. Son capaces de abrir y cerrar puertas, guiar a rebaños de ovejas, ¡e incluso jugar a videojuegos con un joystick!
4. Muestran empatía hacia los demás:
Las gallinas se muestran angustiadas cuando creen que sus polluelos están en peligro. Tratan de protegerlos de cualquier amenaza y sólo vuelven a calmarse cuando se aseguran de que ya no hay peligro.
Las vacas de la industria láctea se angustian y entristecen profundamente cuando sus terneras son separadas de ellas a los pocos días de nacer. Luego lamentan la pérdida de sus pequeños durante días y días mugiendo desgarradoramente y llorando. Incluso se sabe que otras compañeras se acercan a las afligidas madres y tratan de ayudar a consolarlas.
5. Pueden llegar a superar en inteligencia a niños, delfines, primates y otros animales vistos como más inteligentes:
Los cerdos son uno de los animales más inteligentes del planeta. Tanto como elefantes, delfines. Aprenden más rápidamente que perros o primates. Su inteligencia se compara con la de niños de tres años de edad.
Las vacas tienen excelentes habilidades para resolver problemas de lógica. Y una vez que dominan cómo resolver un problema lo celebran dando saltos, moviendo sus colas y corriendo alegremente.
6. Tienen una memoria impresionante:
Keith Kendrick, del Instituto Babraham de Cambridge descubrió que las ovejas son capaces de memorizar 50 caras de compañeras. Incluso son capaces de recordarlas tras años sin verse.
Las vacas sienten rencor hacia quienes les han hecho daño, recordando perfectamente la situación traumática vivida. Por su parte las gallinas y los pollos aprenden a jugar a juegos y recuerdan cómo jugar a ellos. También recuerdan sus comidas especiales favoritas y nunca las olvidan.
viernes, 9 de octubre de 2015
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