Artículo de María Victoria Correa, tomado de El Colombiano.com
El oso "Chucho", el animal que inició la controversia jurídica. Foto: Colprensa |
Este fallo surgió debido a la determinación que tomó la Sala Civil del alto tribunal, al conceder un recurso de hábeas corpus en favor de un animal y ordenó la libertad de un oso de anteojos llamado “Chucho”, que está hace 18 años en el zoológico de Barranquilla, a donde fue trasladado de la reserva Río Blanco de Manizales.
Más allá del caso de “Chucho”, la preocupación del Gobierno y de los zoológicos apunta a que, aunque reconocen que es fundamental garantizarle a los animales el agua y la comida, técnicamente no es viable atender solicitudes de libertad ya que hay especies en vía de extinción. Su principal inquietud radica en que a partir de ahora, cualquier ciudadano puede ir a los zoológicos y solicitar el hábeas corpus (no cautiverio) de cualquier animal.
Esto debido a que según el fallo todos los animales que estén en cautiverio deben ser readaptados, en forma escalonada, a las condiciones naturales, “con ayudas profesionales de veterinaria, zootecnista, biológica, alimentaria y biotecnológica que sea necesaria”.
EN DEFINITIVA
Expertos en el tema señalan que la decisión es técnicamente inviable y temen que los zoológicos se llenen de solicitudes de libertad. El Gobierno espera que la Corte revise la decisión.
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