Artículo de The Associated Press, tomado de El Nuevo Herald
Lynea Lattanzio fundadora de Cat House on the King, sostiene a uno de sus mininos en Reedley, California. / Eric Paul Zamora |
Parlier, California.- Se estima que 24.000 gatos se habrían salvado gracias al refugio, que normalmente acoge a unos 1.000 felinos. Lynea Lattanzio abrió el Cat House on Kings tras descubrir que muchos centros próximos sacrificaban a los gatos que no eran adoptados.
Cuando comenzó a acoger más gatos salvajes y abandonados en su casa, se mudó a un tráiler instalado en su propiedad de 4,85 hectáreas (12 acres).
Lattanzio gastó todo su fondo de pensiones en su proyecto, que también se financia con donaciones.
"Si no tuviese que tratar con humanos y todos sus dramas en la vida, estaría perfectamente contenta ocupándome solo de los gatos", dijo.
Ahora tiene personal contratado y un equipo de voluntarios que la ayudan a mantener la casa limpia y a los gatos alimentados. El refugio emplea también a veterinarios que se ocupan de que los animales estén sanos, esterilizados y castrados. Los felinos consumen unas 1.000 latas de comida para gatos a la semana.
Quienes buscan compañía peluda pueden acercarse al centro y mimar a los gatitos los días de adopción.
Una valla a prueba de gatos mantiene a los depredadores alejados y las gateras les permiten reinar a su antojo en el interior de la vivienda.
"Tienen la casa. Tienen 12 acres. Pueden subir a un árbol. Pueden sentarse al sol en el exterior", explica Lattanzio. "Esto les da a los animales una razón para vivir frente a una vida dentro de una jaula solo porque nadie los quiera".
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