Artículo de Rosa Calvo, tomado de Heraldo
Una voluntaria de Proyecto Gato, en el barrio de San Julián. A. G./B. |
En el último año en la protectora El arca de Santi de Monzón han llevado a cabo 160 esterilizaciones de gatos, 100 de los cuales encontraron acomodo más tarde en un hogar al ser adoptados. Esta práctica se presenta como la mejor solución para evitar la proliferación de colonias de gatos abandonados en muchas localidades. Primero se capturan, se sacrifican los enfermos de gravedad, se esterilizan y por último se liberan en espacios conocidos y más o menos delimitados. Además, se les medica y se les alimenta, siempre en forma de pienso. Es un método que denominamos CES, como acrónimo de captura, esterilización y suelta. Los animales no sufren y se evita así que se multipliquen con toda la problemática que esto acarrea”, explica Victoria Álvaro, de la asociación montisonense. “Vemos que un núcleo que en marzo puede estar integrado por tres ejemplares, en septiembre ha podido llegar a los 17”, añade.
Precisamente es este método el que se quiere llevar a cabo en la pequeña población de Monesma de San Juan, en el que Mónica Jurado, vecina de la pedanía, se encarga del cuidado y control de una colonia integrada por 29 gatos. “Empecé alimentando a algunos en el patio de mi casa, pero pronto se expandió el número de animales, hasta este punto, en el que ya no podré hacerme cargo de la colonia si sigue aumentando, y ya tengo algunas hembras preñadas”, lamenta esta joven bióloga, que se confiesa “una veterinaria frustrada”. Por ello, recurrió a la asociación El Arca de Santi en busca de una solución para la proliferación de su colonia, junto a la que elaboran un proyecto que presentar a las instituciones.
El apoyo económico es la principal necesidad de este tipo de acciones, ya que cada acción de esterilización supone entre 50 y 70 euros por animal, en función de si es macho o hembra. “Vamos poco a poco, con los recursos que vamos encontrando”, explica la responsable de la protectora, que señala como una situación muy excepcional y positiva la de la localidad de Monesma de San Juan. “Normalmente no hay una cuidadora que tenga un control tan grande de la población, que sepa cuántos machos y hembras hay, además de la situación de cada uno, y que sepamos que puede encargarse de llevar a cabo todo el proceso de captura junto a un veterinario”.
Desde el Arca de Santi insisten en que estas colonias nacen de una situación de abandono de un animal, por lo que es necesaria la concienciación sobre la problemática que generan, y también instruir a la gente sobre el método CES. Para ello, han realizado diferentes charlas informativas en localidades del Somontano, que ahora quieren llevar a Monesma de San Juan para que los propios vecinos conozcan y apoyen la labor de Mónica Jurado. “Nuestra intención es controlar a la población, ni acabar con ella ni fomentarla, solo evitar que sigan naciendo gatos que en muchos casos están condenados a no sobrevivir”, insiste la propia Jurado.
“Esta práctica es habitual en grandes ciudades como Zaragoza, Barcelona y Madrid, pero en la provincia de Huesca todavía hace falta que las instituciones se involucren más, ya que nos dan facilidades, pero no el apoyo, especialmente económico, que necesita este método”, señala Victoria Álvaro, que también trabaja en la adecuación de espacios en los puedan vivir de manera controlada los animales a los que después de la esterilización no se les encuentra hogar de acogida. Intentamos generar lugares en los que darles alimento y evitar así todos los problemas para la población que acarrean en los vecinos la existencia de colonias. Aunque sigue insistiendo en la idea de que todo el mundo debe concienciarse. “No se puede dejar que nuestros gatos críen aleatoriamente y después soltar a los animales en el campo, porque estamos promoviendo que se creen colonias”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario