Artículo de Jennifer Ibarra, tomado de Diario Uno
Hace pocos días recibí la ansiada noticia de que por fin se hizo justicia y que, por lo tanto, la chimpancé Cecilia, del Zoo de Mendoza, por resolución de la jueza Alejandra Mauricio será enviada para vivir, lo que le quede de vida, en un santuario en Brasil y estoy feliz de haber sido parte de este proceso.
En este santuario al que Cecilia irá hay más de 40 chimpancés y Cecilia podrá encontrar los compañeros y el grupo con el que mejor se lleve y convivir de acuerdo a sus necesidades biológicas y de comportamiento. Ella tiene 19 años y le quedan muchos más por delante y es por esto que como no se merece vivir en soledad u obligada a estar solo con un animal, a la fuerza, en un recinto de por vida, se ha tomado una sabia y ética decisión.
Pero no todo será fácil ni rápido. Tal parece que la Legislatura debe hacer una ley para que el pobre animal tenga una vida digna y pueda viajar, ya que según dicen "es patrimonio".
Con este aporte espero ayudar a que los trámites sean rápidos y esclarecer algunos puntos.
La ley provincial 6.034 de Protección, Conservación y Acrecentamiento de Bienes de Patrimonio Cultural considera patrimonio a, por ejemplo, bienes inmuebles de valor arquitectónico, artístico de más de 50 años, monumentos, conjuntos urbanos, yacimientos o sitios arqueológicos, paleontológicos, objetos antropológicos y arqueológicos, piezas de zoología, botánica, minerales, bienes muebles, papeles, objetos, libros, obras de arte, artesanías, muebles de uso personal... Pero no incluye ni nombra animales en ningún momento. Cecilia no es una pieza de zoología, ya que no está en partes, ni muerta taxidermizada, y además es un ser vivo.
La ley nacional 25.743 tampoco incluye animales como patrimonio. Tampoco la actual ley 6.006 menciona a los animales como patrimonio.
¿Qué es un patrimonio? Según la RAE, es un conjunto de bienes propios de una persona o de una institución, susceptibles de estimación económica.
"Estimación económica", estas son las palabras claves. Seguramente Cecilia tiene un precio y un valor en el mercado dentro del mundo de los zoológicos. Los animales son susceptibles de canjes, compras y ventas. Son vistos como piezas de colección y exposición y ese puede ser su valor. Pero ¿qué valor tiene la dignidad?
Acá estamos hablando objetivamente de un ser que siente, piensa y sufre, y apoyando la decisión de la jueza. Es hora de que dejemos de lado el egoísmo y la mezquindad que antepone el interés de un grupo de personas al interés ajeno, aunque acarree perjuicio a los demás.
En este caso la implicada y perjudicada es Cecilia. Hubiera sido muy bueno para la historia de la lucha por los derechos de los animales que se aceptara y que la jueza se expida en que Cecilia es una persona no humana. Pero ya el mundo científico mediante sus pruebas nos ha dado elementos para saber que sí lo son.
En el mundo de las leyes, en Argentina, ya se está planteando el tema de derechos, no solo de los animales sino del ambiente como tal, de ríos, tierras. Todo esto muy bien detallado en el libro de Eugenio Zaffaroni La Pachamama y el Humano, el cual recomiendo. No obstante, estamos atrasados si pensamos que la primera organización protectora de animales se creó en 1824 en Londres, país pionero en estos aspectos. Pero podemos comenzar a ponernos al día. Y Cecilia también, si aceleramos su viaje porque para ella los días también pasan.
Por esto no quiero pensar que no haya personas en la Fiscalía de Estado (que tal vez pueda resolver sin vueltas esta situación) o en la Legislatura, que no sean generosas y que se resistan a dar a Cecilia su posibilidad y derecho a una vida mejor. Un derecho es algo que es justo y razonable. Un derecho habla de justicia y razón y debe aplicarse con Cecilia.
Demostremos, una vez más, que Mendoza puede y hacer la diferencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario