Tomado de Faro de Vigo.es
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La actuación, llevada a cabo durante la tarde del lunes, informan fuentes del Instituto Armado, se inició cuando la patrulla del Seprona de Tui recibió la alerta de un conductor que informaba de la presencia de un caballo suelto en la carretera, a la altura de la parroquia de Rebordáns. Al llegar al lugar, y aunque el problema de circulación parecía resuelto, los agentes iniciaron una serie de indagaciones sobre la incidencia y localizaron al caballo atado dentro del cierre perimetral de una vivienda próxima.
Los efectivos del Seprona entraron en la propiedad, identificaron al dueño del animal y, tras una inspección del entorno, constataron la presencia de dos perros, uno atado con una cadena dentro de un cobertizo y otro encerrado en el interior de un hórreo. Estos animales no disponían de alimentos ni de agua, y las condiciones higiénicas y sanitarias que presentaban eran "extremadamente deficientes", ya que vivían rodeados de basura y de sus propios excrementos.
Heridas en la cabeza
En un cobertizo anexo a la vivienda, los agentes localizaron cuatro jaulas de tamaño muy reducido con varias parejas de gallos y gallinas, con las mismas carencias higiénicas y alimentarias, y en una de ellas hallaron un gallo muerto. En otra construcción anexa al patio fue donde observaron los restos de un perro muerto en avanzado estado de descomposición que, según la versión de su propietario, había sufrido una grave enfermedad y murió sin ningún tipo de asistencia veterinaria.En consecuencia, el Seprona procedió a la investigación del propietario como supuesto autor de un delito de maltrato animal, a la vez que formuló varias denuncias por distintas infracciones administrativas a la normativa sobre animales. Las diligencias han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción nº 2 de Tui y las denuncias administrativas tendrán que ser resueltas por el órgano competente de la Xunta de Galicia.
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