Artículo de Leandro Pavón, tomado de Diario Sur.es
Perro rescatado de la finca e ingresado en la veterinaria Benahavís. Foto: Veterinaria Benahavís. |
La situación que se encontró una de las activistas de la asociación Mirada Libre de Estepona el pasado martes en la visita que realizó a una finca en la que un hombre se dedicaba a cuidar perros fue de puro terror. Hasta más de veinte de estos animales estaban con síntomas de desnutrición, una circunstancia que se agravó con una inspección de la zona, en la que encontraron a cinco canes ya fallecidos.
La presidenta de este colectivo, Ada Rubio, explicó que el Seprona tomó las riendas de esta investigación, de la que ya hay antecedentes ya que la asociación denunció por primera vez al dueño de la finca por estos motivos el pasado mes de febrero. «En aquella ocasión los perros estaban algo mejor que ahora y lo dejamos pasar, pero lo que nos encontramos el martes no tenía palabras», afirmó.
Las autoridades procedieron al traslado de la mayoría de los perros a la residencia canina El Paraíso, aunque cuatro de ellos fueron llevados a una clínica de Estepona y otros cinco a Benahavís. «Nosotros no queríamos que fueran trasladados, pero hasta que no diga nada el juez, intentaremos buscarles hogar lo más rápido posible», detalló Rubio.
La persona que vivía en la casa, que está a la espera de ponerse a disposición judicial, era conocido en Estepona por ejercer la mendicidad en la puerta de un céntrico supermercado. Allí llevaba a los perros que tenía en la finca y a los que se podían ver con síntomas de delgadez.
Uno de los veterinarios que acudió a la finca para atender a los perros, Agustín González, afirmó que tras realizar la autopsia a uno de los canes fallecidos, corroboró que había muerto de hambre. «Además, encontramos huesos de perro por el suelo, incluso un pozo de agua de agua en el que al principio creíamos que tenía huesos de vaca, pero comprobamos que eran de estos animales», detalló.
El veterinario explicó que de los perros que habían muerto, no había ninguno que presentara signos de enfermedad ni de ser atacado por la mordedura de otro animal, por lo que debido a su aspecto, la causa a la que apuntó era la inanición. «En todos los años que llevo atendiendo estos casos no había visto nada así. Había un perro atado con una correa de 20 centímetros justo al lado de un acantilado, con el riesgo de ahorcarse», aseguró el profesional.
Por su parte, Rubio explicó que una de las cosas que más le llamó la atención fue lo que observaron a través de una ventana. «Vimos como en la mesa tenía montones de bolsas de comida. La gente se la daba porque sabía que se dedicaba a recoger perros abandonados, pero las tenía allí mientras los perros pasaban hambre», relató la presidenta de Mirada Libre.
Además de la correspondiente denuncia que realizará el Seprona sobre esta situación, tanto la asociación esteponera como el PACMA presentarán una denuncia conjunta contra el cuidador de perros, según explicó el veterinario. González afirmó que cree que la vida de los animales rescatados ya no pasa peligro y que esperará a ver su evolución en los próximos días.
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