En algún lugar bajo la lluvia siempre habrá un perro abandonado que me impedirá ser feliz. Jean Anouilh
SI ESTÁS BUSCANDO UNA MASCOTA PARA ADOPTAR, PINCHA EN MI ELINK DE FACEBOOK DONDE ENCONTRARÁS MUCHOS DE DIFERENTES PROTECTORAS Y GRUPOS. NO LO DEJES PARA MAÑANA, PUEDE QUE SEA YA DEMASIADO TARDE.
Powered By Blogger

Seguidores

Ya son más de 2.300 seguidores, súmate

domingo, 1 de octubre de 2017

Voluntarios se apresuran a salvar animales amenazados por volcán en Bali (Vídeo)

Más de 144.000 residentes en esta zona peligrosa en torno al monte Agung abandonaron sus hogares después de que las autoridades indonesias decretaran la alerta máxima.

Tomado de El Nuevo Diario.com.ni

Voluntarios desafían el peligro para salvar a miles de animales abandonados.
Foto: AFP
Voluntarios desafían el peligro para salvar a miles de animales abandonados dentro de la "zona roja" del volcán Agung en Bali, que amenaza con entrar en erupción por primera vez desde 1963 en la isla más turística de Indonesia.

Más de 144.000 residentes en esta zona peligrosa en torno al monte Agung abandonaron sus hogares después de que las autoridades indonesias decretaran la alerta máxima, el 22 de septiembre, recomendando mantenerse a una distancia de al menos 9 kilómetros del cráter del volcán que ruge desde el mes de agosto.



Desde entonces, las organizaciones protectoras de animales y las autoridades se apresuran para socorrer a decenas de miles de animales abandonados precipitadamente durante las operaciones de evacuación.

"Rescatamos, evacuamos y alimentamos animales en la zona roja", explica a la AFP una representante de la Red de Ayuda a los Animales, Vio Verandhini.

Junto con otra decena de organizaciones, esta oenegé de Yakarta formó un equipo de emergencia de 12 personas, que hace breves incursiones en la zona amenazada. Podrían verse afectados por una lluvia de cenizas o gases ardientes en caso de erupción repentina del Agung, alejado de los lugares más turísticos de la isla.

"Estoy realmente preocupada porque nosotros, que actuamos juntos para salvar a los animales, no sabemos cuándo habrá una erupción. Hay temblores todos los días, tal vez todas las horas", señala Vio Verandhini.

Agrega que los miembros de su organización ya han evacuado a cientos de monos, cerdos, perros, gallinas y vacas, entre otros animales.

Todos han sido trasladados a refugios temporales, donde se les alimenta. Los voluntarios animan a los propietarios a visitarlos para asegurarse de que reciben un buen trato.

- Localización del Monte Agung, en el sur de Bali. Foto: AFP/END -

- Emoción y lágrimas -

La cría de bovinos es una importante fuente de ingresos para las personas que viven en las laderas del monte Agung y sus inmediaciones.

Hasta ahora se han evacuado de la zona unas 10.000 vacas pero quedan todavía otras 20.000, según la agencia nacional de gestión de desastres naturales.

Algunos campesinos duermen en los centros de evacuación, pero suelen volver a la granja durante el día para alimentar a su reses, según el coordinador de una agencia pública de rescate de animales que responde al nombre de Natakusuma.

"Desde un punto de vista emocional, es muy duro para los agricultores separarse de sus animales, no sólo por razones económicas sino también porque se ocupan mucho de ellos", dice a la AFP.

"Por eso algunos insisten en quedarse en su pueblo con su ganado aunque no sea seguro", agrega.

Las autoridades tratan de convencer a los campesinos de que no regresen a la zona peligrosa, asegurándoles que sus animales estarán seguros en centros de acogida acondicionados especialmente.

Varias oenegés respondieron al llamamiento lanzado en las redes sociales para abastecer a estos centros que necesitan alimentos, jaulas, depósitos de agua y otros materiales.

Algunos evacuados pudieron llevar allí su ganado, como Nyoman Suwarta, quien todavía se emociona cuando cuenta que se olvidó de sus dos palomas.

"Cuando me evacuaron esa noche, me olvidé de llevármelas. Me entristece que no hayan comido nada en seis días", dijo a la AFP después de haberlas recuperado en un centro de acogida.

Otro habitante evacuado, Ketut Pageh, también está contento de haber podido salvar a sus dos gallos.

"Me los llevé para que no se murieran de hambre porque no hay nadie en la casa para alimentarlos", cuenta este hombre de 42 años, quien dijo haber vendido sus cerdos antes de irse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario