Con sorpresa, y en muchos casos sin ella, cada vez son más las historias que circulan en Venezuela de que algunas personas se están alimentando con una carne animal diferente a la acostumbrada.
Artículo de Carolina Contreras A., tomado de El Universal.com
Con sorpresa, y en muchos casos sin ella, cada vez son más las historias que circulan en el país en que algunas personas se están alimentando con una carne animal diferente a la acostumbrada.
Historias de gente comiendo perros, gatos o palomas se hacen cada vez más frecuentes, sin embargo, aunque no se ha podido comprobar la veracidad de estas historias, lo cierto es que comer animales que no estén autorizados para el consumo humano, pone en riesgo la vida de los humanos debido a las enfermedades que éstos puedan contraerles.
Ana Carvajal, infectóloga, explica que lo ideal es comer las carnes que estén autorizadas para el consumo humano. "Estas carnes tienen que tener condiciones especiales. Deben tener vacunas, permiso sanitario, cumplir con la cadena de refrigeración para que sea apta para el consumo humano", comenta la galena.
Señala que los animales poseen diversas enfermedades que pueden ser transmisibles y letales para los humanos si no se cumplen ciertas condiciones de higiene y tratamiento. Agrega que la enfermedad de las vacas locas y la influenza son patologías que le dan a los animales, en este caso vacas y pollos, y resultan ser graves para los humanos.
Maritza Landaeta, médico y miembro de la junta directiva de la Fundación Bengoa, considera que las historias de gente comiendo carne de perro y gato pueden ser leyendas urbanas ya que hasta los momentos no se ha verificado, pero no descarta que haya sucedido o suceda.
"Se debe tener cuidado ya que todos los animales que no son controlados, que no tengan salubridad animal pueden ser portadores de infecciones y parásitos, el gato es transmisor de toxoplasmosis, los perros de parásitos. Todos los animales que no tienen control, que no son criados para el consumo humano tienen riesgo de contaminación y pueden ser portador de enfermedades".
Y aunque en países asiáticos es común o bien visto su consumo, lo cierto es que en este lado del mundo no. A esto Cruz Martínez, dietista y nutricionista especialista en cultura alimentaria de la Fundación Española de Dietista-Nutricionistas en un artículo para la BBC señala que las razones para abstenerse a comer carne de perro en occidente es un asunto netamente cultural y se basa en la "disponibilidad de las proteínas en determinado lugar y en el costo que implica su obtención".
Otros animales
En cuanto a la ingesta de otros animales como las palomas, el chivo y el conejo Landaeta indica que las palomas es un animal que siempre se ha comido, al igual que el conejo y el chivo, el cual es muy popular su consumo en el estado Lara.
"Las palomas forman parte de la alimentación y aquí en el país hay sitios donde su consumo es frecuente siempre y cuando se cocine bien y se cumplan las normas de higiene, salubridad y manipulación de las mismas".
Igual sucede con el conejo. Aunque hace poco se descartó la idea, luego de que un plan gubernamental fuera puesto en marcha para su cría y posterior consumo, lo cierto es que la carne de conejo es de larga tradición en países de Europa.
"La idea de los conejos murió al nacer. El conejo es un animal que necesita mucho tiempo para producir una carne apta para el consumo humano, además que es muy costoso, pero bien preparado es una carne muy nutritiva. Lo que estuvo mal y no se puede pretender es que cada familia tenga un conejo en el balcón de la casa, lo crie y después lo prepare para la cena", sentencia Landaeta.
sábado, 28 de octubre de 2017
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