Artículo de Ana Caro, tomado de El Mundo.es
Uno de los taxis que ofrecen un servicio especializado a mascotas. SERGIO GONZÁLEZ VALERO |
A pesar de que la normativa madrileña no refleja ninguna prohibición en lo relativo a llevar animales en el transporte público en automóviles de turismo, los pelos, los excrementos y la necesidad de adaptar el vehículo para las mascotas echa para atrás a gran parte del gremio. Marcelino y Mario, sin embargo, prefieren ese tipo de servicio a otros que realizan con asiduidad. «Preferimos llevar a un perro que a tres borrachos y eso sucede cada noche», aseguran categóricos.
Esa fue la razón que les empujó a repartir tarjetas por diferentes clínicas veterinarias y a preparar cuadrantes para que al menos uno de ellos estuviera disponible para los pasajeros de cuatro patas. Una decena de clínicas a modo de puntos de información repartidas por Madrid ciudad y ocho taxis fueron el inicio de esta iniciativa. «Sabemos que muchas veces es difícil encontrar taxi para vuestros amigos, ya no tienes de qué preocuparte, nosotros nos encargamos», rezan los sencillos flyers informativos.
Ahora ultiman los preparativos para su inmersión en Ntaxi, la app con la que el gremio intenta plantar cara a Uber y Cabify. Ideada por tres taxistas en Barcelona, una de sus principales ventajas consiste en la posibilidad de que varios usuarios compartan el mismo vehículo durante toda una ruta y Marcelino confía en que la incorporación de Mascotaxi suponga beneficios para ambos.
Mario lo tiene claro: «Queríamos abrir un poco el campo de acción. La solución para nuestros problemas pasa por innovar y actualizarse, y en el mundo del taxi prácticamente no se innova». Ya sea innovación o visibilizar un servicio poco ofertado, lo cierto es que desde el inicio de la campaña Mascotaxi ha aumentado su volumen de trabajo sensiblemente y se ha hecho con un puñado de clientes habituales.
«Son clientes que no suelen tener prisa y no ponen problemas, lo agradecen un montón», cuentan. Una manta impermeable con aberturas y un cinturón especial para enganchar al arnés del animal con un mosquetón en uno de los extremos, eso es todo lo que un taxista necesita para transportar mascotas. Sin embargo, Mario y Marcelino han llegado a establecer en ocasiones un vínculo más estrecho con los perros y sus dueños, y cuentan con el contacto de una ambulancia veterinaria, así como de un servicio funerario para animales.
Una de las pocas líneas rojas para estos mascotaxistas es el servicio que incluya animales ya fallecidos y aunque puede parecer algo evidente, ciertos clientes han intentado recurrir a estos trabajadores en esa tesitura. «Alguna vez nos han llamado para llevar a las mascotas y sus dueños al entierro del animal pero eso no podemos hacerlo por cuestiones sanitarias», cuentan.
Siempre hablando de animales vivos y acompañados por sus dueños, perros y gatos son los clientes más asiduos a Mascotaxi, aunque también han recibido la visita de alguna especie un poco más exótica. En palabras de Mario: «Hemos llegado a llevar un cerdo vietnamita y hubo quien nos preguntó si podíamos transportar una pitón, contestamos que si no venía en una urna hermética, declinábamos».
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