Los Mossos detuvieron al propietario del rebaño y a su padre por intentar agredirlos cuando les notificaban la resolución judicial.
Artículo de Germán González, tomado de El Mundo.es
Ovejas y cabras maltratadas y desnutridas, falta de higiene en las instalaciones con un metro de grosor de excrementos amontonados, o cadáveres de animales enterrados conviviendo con los vivos. Así se encontraron los Mossos d'Esquadra y los técnicos del Departament d'Agricultura Ramaderia, Pesca i Alimentació (DARP) una granja situada en Lliçà d'Amunt (Barcelona) cuando fueron a notificar una orden judicial para requisar el rebaño el pasado 6 de marzo.
La investigación arranca desde hace meses cuando agentes de los Mossos encontraron ovejas muertas cerca de la granja y e iniciaron un expediente administrativo contra el propietario por no gestionar bien su eliminación para evitar contaminar el medio natural.
Pese a las sanciones, el pastor seguía descuidando al rebaño, según la policía, por lo que junto con el DARP y el Ayuntamiento de Lliçà d'Amunt se intentó reconducir su actitud dándole diversas alternativas para que lo mantuviese en buen estado, pero no hizo caso. Por eso, el DARP presentó una denuncia ante la Fiscalía ya que consideraba que estaba cometiendo un delito de maltrato animal, salud pública y contra los recursos naturales. Ante la gravedad de la situación, el Juzgado de Instrucción que inició diligencias tras el escrito fiscal ordenó requisar todo el rebaño y el resto de animales domésticos que había en la explotación.
El pasado 6 de marzo, unos 30 efectivos entre técnicos del DARP, agentes rurales, veterinarios y Mossos ejecutaron esta orden y requisaron 702 animales de la granja. En concreto, 567 ovejas, 80 corderos, 50 cabras, 2 ponis y 3 perros. Los veterinarios Departament d'Agricultura examinaron uno a uno los animales y comprobaron que la mayoría estaba desnutrido y muy delgado. Muchos además tenían problemas de cojera por la falta de higiene y patologías en la piel por parásitos.
En las instalaciones se encontraron 40 cadáveres de ovejas y cabras en diferente estado de descomposición que convivían con el resto del rebaño. Además habían animales muertos enterrados entre los purines que alcanzaban un metro de grosor cubriendo una extensión de 800 metros cuadrados del terreno. Fuera de la granja había unos 200 metros cúbicos de purines donde se mezclaban esqueletos y cuerpos en descomposición. Los Mossos detuvieron al propietario y a su padre cuando intentaron agredir a los agentes que les notificaron el auto judicial.
domingo, 25 de marzo de 2018
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