En algún lugar bajo la lluvia siempre habrá un perro abandonado que me impedirá ser feliz. Jean Anouilh
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sábado, 31 de marzo de 2018

Dolor de perros maltratados lo llevan a crearles “santuario” (Vídeo)

Un hombre de origen chiapaneco adopta decenas de animales que se encuentra en la vía pública; los alimenta con comida que le regalan y lo que junta de pepenar material.

Artículo de David Torres, tomado de Info7.mx

Fotos: David Torres
Junto al arroyo Elizondo, Abel Núnez no solo tiene su humilde casa, sino también una especie de refugio para animales abandonados o maltratados.

El hombre de origen chiapaneco vive con 20 perros, seis gatos, 11 palomas, cuatro tortugas y un gallo gigante que, en su mayoría, encontró heridos en la calle mientras pepenaba aluminio, plástico o cartón.

"Son seres vivientes y merecen un respeto también, porque yo he visto muchas injusticias con ellos y, a lo mejor, eso me orilló a no agarrar un empleo estable".


“Me ha orillado hasta tener problemas con mi familia porque me dice: ´oye, haces más por los perros que por nosotros´, ¿qué quieres que hagan?, ellos no hablan, no saben ir a pedirle un taco a la gente", afirmó.

Abel llegó hace 17 años a Monterrey y desde hace 10 se estableció en ese sitio que se encuentra entre Garza Sada y Camino al Diente.

Los vecinos no se quejan porque están alejados y la profusa vegetación amortigua el ruido; al contrario, muchos le regalan croquetas para Pinto, Spike, Lady, Keyra, Shakira, Güera, Gonzalo, Deysy, entre otros.


"Al contrario, los vecinos me han apoyado, la gente que tiene un poquito más de recursos de aquí de la colonia Residencial Mederos, me regalan croquetas, me regalan latas de alimento", indicó.

Además de pepenar, Abel vende chácharas en los mercaditos y con eso les compra comida, pero no es suficiente por eso, cada mañana, recorre los restaurantes de Garza Sada donde le dan huesos y restos de carne.

"Me dejan huesos, me dejan lo que es los desperdicios del bistec y todo eso, ya es con lo que los alimento en la mañana y en la tarde les ayudo con tantitas croquetas porque realmente sí me sale caro el bulto", expresó el hombre.


Todos los animales están esterilizados y vacunados y son su adoración, pero no está cerrado a darlos en adopción.

"Nomás que esté mejor que aquí, no quiero que lo vayan a llevar y lo vayan a matar de hambre porque eso es lo que más me va a doler", advirtió.

A los que nunca regalaría a su consentida Chita, una chihuahua, hija de Deysy, ni tampoco al imponente gallo Claudio que lo despierta cada amanecer.

"Tengo las fuerzas suficientes para mantener cien, no uno, y no me rajo como dicen aquí en Monterrey, nada más que si hubiera alguien, no estoy necesitado regalar mis animales, como le digo, pero sí hay alguien que me eche la mano, se lo voy a agradecer”, expresó.

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