Artículo de Dora Pérez Sáez, tomado de CiberCuba.com
Thomas Jr., conocido como T2. Foto © CBSNews |
Se trata de Perry Martin, un oficial retirado de K9 en Fort Pierce, Florida. Martin había adoptado a su mascota en 2002. Cuando ésta desapareció, el atribulado propietario presentó un informe ante la Sociedad… El minino “tenía un microchip y pensé que alguien simplemente me llamaría si lo encontraban”, dijo.
Pero nadie llamó y Martin perdió las esperanzas. Hasta que hace unos días le avisaron para decirle que habían encontrado a T2. Su dueño lo reconoció enseguida. “Tan pronto como miré esa cara, supe exactamente quién era. Un poco más viejo, algo así como yo”, bromeó.
T2 ya se adaptó a la que vuelve a ser su casa. Está comiendo y bebiendo bien. Su dueño afirma que aunque por su avanzada edad no le quedarán muchos años de vida “hasta ese día, él será mimado como lo fue antes de irse”.
Mientras tanto, la Sociedad Humana de la Costa del Tesoro asegura que la moraleja de esta historia es la importancia de poner microchips a los animales de compañía y mantenerlos actualizados.
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