Para el desarrollo del trabajo Diana Reiss, psicóloga del Hunter College de Nueva York, estudió durante tres años los patrones de comportamiento de dos jóvenes delfines.
Artículo de Elena Martínez Batalla, tomado de La Vanguardia.com
Innumerables estudios denotan que los delfines son seres extraordinariamente inteligentes y que poseen habilidades cognitivas parecidas a las de los humanos. Nosotros, igual que los chimpancés, los elefantes, las urracas o los delfines, somos capaces de reconocer nuestra propia imagen en un espejo, lo que mide la capacidad de conciencia que tenemos de nosotros mismos.
Esta habilidad, que los expertos atribuyen a aquellas especies capaces de ‘pensar’, se desarrolla en humanos entorno a los 12 meses de vida, a partir de los dos años en chimpancés y con sólo 7 meses de edad en el caso de los delfines mulares (Tursiops truncatus), según un estudio publicado este mes de enero en la revista científica Plos One.
Para el desarrollo del trabajo Diana Reiss, psicóloga del Hunter College de Nueva York, estudió durante tres años los patrones de comportamiento de dos jóvenes delfines del Acuario Nacional de Baltimore (Estados Unidos) uno de los mayores del país y albergue de más de 20.000 especies distintas.
Para Reiss, que en 2001 reportó por primera vez la capacidad de los delfines de reconocer su propia imagen, lo más relevante es la temprana edad en la que se observa este comportamiento, vinculado en humanos, y parece ser que también en delfines, con el desarrollo sensorial y motor, así como con el aumento de la conciencia social.
Durante el estudio Reiss sometió a los delfines a la ‘prueba del espejo’, desarrollada por Gordon Gallup en 1970. El método de estudio, basado en la premisa de que si un animal se reconoce en un espejo es consciente de su propia existencia, es uno de las más conocidos para evaluar la capacidad intelectual de los animales.
Consiste en marcar de manera inadvertida al animal con un tinte inodoro y observar si al enfrentarse al espejo reacciona como si reconociese que la marca se encuentra situada en su propio cuerpo. Las respuestas pueden incluir desde mover su cuerpo para poder ver mejor la marca en el espejo hasta tocársela mientras la observa en el reflejo.
El estudio ha recibido muy buenas críticas dentro de la comunidad científica, pues va más allá de si las especies son capaces de reconocer o no su propia imagen y pone sobre la mesa las herramientas necesarias para determinar si, al igual que pasa con los seres humanos, esta habilidad se correlaciona con otras del desarrollo y con la evolución de la inteligencia en el mundo animal.
No obstante, si englobamos todas las especies animales en un mismo saco, es importante destacar que animales como los perros, con una pobre agudeza visual, no confían en primera instancia en su sentido de la visión para reconocerse, sino que lo hacen con el olfato – tienen más de 40 neuronas dedicadas al procesamiento del olor por cada una que tienen los humanos-, que les permite saber a qué huelen.
Por motivos como este, en distintas ocasiones, algunos científicos han criticado duramente que la prueba del espejo se emplee para medir la consciencia de uno mismo, lo que deja la puerta abierta a nuevos métodos de estudio y a que otras especies animales se puedan situar al mismo nivel de inteligencia que humanos, primates o delfines.
Artículo científico de referencia:
Morrison R, Reiss D (2018) Precocious development of self-awareness in dolphins. PLoS ONE 13(1): e0189813. doi.org/10.1371/journal.pone.0189813
jueves, 18 de enero de 2018
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