Tomado de El Colombiano.com
Ocelote (leopardus pardalis), especie de mamífero carnívoro de la familia Felidae. |
Así quedó registrado en las cámaras fotográficas instaladas en diciembre por la Secretaría de Medio Ambiente en los cinco corregimientos de la capital antioqueña. Estas especies volvieron a 609 hectáreas de zonas boscosas gracias a un proceso de repoblación con plantas y especies arbóreas.
La bióloga de la Universidad del Valle, Johana Ramírez, señala que el hecho de que la fauna silvestre retorne a un territorio es indicador de que se está recuperando la flora.
“Cuando una especie desaparece es un desastre ecológico. Cada animal cumple una función en la cadena trófica y por eso es fundamental conservarlos. Ellos dispersan semillas en su tránsito, recuperan flora desaparecida y equilibran el ecosistema”, explica.
Más bosques en la ciudad
1.736 árboles por cada hectárea han sido plantados en la ciudad, de los cuales 150 corresponden a especies arbóreas nativas como el roble de tierra fría, el sietecueros y el cedro, variedades de rápido y lento crecimiento.
El biólogo David Echeverry explicó que la reforestación consiste en el proceso de volver a sembrar vegetación de algún tipo, en zonas en las que los bosques han sido eliminados por diversos motivos, el principal el accionar humano.
“La reforestación se realiza para recuperar zonas protectoras de acueductos o en sitios estratégicos para la conservación del recurso hídrico”, dijo.
El programa inició en 2009 y se convirtió en un proyecto de ciudad llamado “Más Bosques para Medellín”, que busca recuperar ecosistemas mediante la repoblamiento forestal natural de zonas que tienen cuencas abastecedoras de agua.
“La idea es recuperar suelos para que el agua fluya”, explica la Secretaría de Medio Ambiente.
Este proceso se ha llevado a cabo a la par en los 5 corregimientos de Medellín.
Donde más hectáreas han sido recuperadas es San Cristóbal, con 186; seguido de Palmitas, con 134; San Antonio de Prado, con 125; Santa Elena, con 94; y Altavista, que llega a las 70 hectáreas.
Echeverry comentó que a medida que los ecosistemas se van restaurando exitosamente, los animales comienzan a llegar porque encuentran condiciones propicias para vivir y resguardarse.
Aseguró que insectos y reptiles son los primeros en llegar, pero en un futuro se podrían hacer reintroducciones de otras especies.
El biólogo David Echeverry explicó que la reforestación consiste en el proceso de volver a sembrar vegetación de algún tipo, en zonas en las que los bosques han sido eliminados por diversos motivos, el principal el accionar humano.
“La reforestación se realiza para recuperar zonas protectoras de acueductos o en sitios estratégicos para la conservación del recurso hídrico”, dijo.
El programa inició en 2009 y se convirtió en un proyecto de ciudad llamado “Más Bosques para Medellín”, que busca recuperar ecosistemas mediante la repoblamiento forestal natural de zonas que tienen cuencas abastecedoras de agua.
“La idea es recuperar suelos para que el agua fluya”, explica la Secretaría de Medio Ambiente.
Este proceso se ha llevado a cabo a la par en los 5 corregimientos de Medellín.
Donde más hectáreas han sido recuperadas es San Cristóbal, con 186; seguido de Palmitas, con 134; San Antonio de Prado, con 125; Santa Elena, con 94; y Altavista, que llega a las 70 hectáreas.
Echeverry comentó que a medida que los ecosistemas se van restaurando exitosamente, los animales comienzan a llegar porque encuentran condiciones propicias para vivir y resguardarse.
Aseguró que insectos y reptiles son los primeros en llegar, pero en un futuro se podrían hacer reintroducciones de otras especies.
Fotografías tomadas en diciembre por cámaras trampa. FOTO Cortesía alcaldía de medellín |
Medellín y su biodiversidad
A escasos 30 kilómetros de la capital antioqueña, en el Alto de San Miguel, que es el lugar donde nace el río Medellín en el municipio de Caldas, se puede encontrar el 10 % del total de la biodiversidad que existe en todo el país
Por eso, según las corporaciones ambientales, también es fundamental el proceso de declaratoria de nuevas áreas protegidas, debido a que ayuda a controlar mejor los territorios donde habitan estas especies.
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá cuenta con cuatro zonas bajo alguna modalidad de protección: Cerro Nutibara, Cerro El Volador, la Asomadera y Piamonte, en Bello, para un total de 177,32 hectáreas.
Por eso, según las corporaciones ambientales, también es fundamental el proceso de declaratoria de nuevas áreas protegidas, debido a que ayuda a controlar mejor los territorios donde habitan estas especies.
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá cuenta con cuatro zonas bajo alguna modalidad de protección: Cerro Nutibara, Cerro El Volador, la Asomadera y Piamonte, en Bello, para un total de 177,32 hectáreas.
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