Artículo de G. Pomarada, tomado de El Comercio.es
Luis Bernardo y un voluntario de la entidad sacan a los burros por el camino que lleva a la finca. / LLACA |
En el caso de los asnos, Mundo Vivo se encargó ayer de su traslado a la finca de la entidad. Por el momento se encuentran «estables», si bien Bernardo cuenta que no son capaces de deglutir alimentos. Ello se debe, explica, a que la falta de comida en la cuadra donde estuvieron previamente hacinados les llevó a ingerir la lana de las ovejas muertas con las que convivían. El primer paso para su recuperación pasa ahora por la expulsión de estos restos y una progresiva ingesta de pasto. Durante la presente jornada se procederá también a su desparasitación.
Mundo Vivo pudo sacar a los burros de esta finca tras presentar la pertinente denuncia, en una operación supervisada por la Policía Local llanisca. Hoy está previsto que la entidad sin ánimo de lucro regrese a la finca para hacerse cargo de las tres ovejas que aún quedan con vida. «Están en los huesos, pero las tuvimos que dejar allí porque no hay orden de decomiso», explicó el veterinario. Tienen también indicios de la existencia de un tercer burro «pequeño» que tratarán de localizar.
Bernardo indica, además, que junto a esas reses convivían otras tres ovejas que ahora, cree, están muertas. «Una apareció degollada con un cuchillo en un contenedor de la basura», relata. Tras este descubrimiento, registrado ayer, Mundo Vivo ha alertado a los operarios de Cogersa de la posibilidad de que los otros dos cadáveres se encuentren en cubos de la zona. Los macabros hallazgos incluyen también «cientos de sacos con restos de veinte o treinta animales muertos en un cueto», indicó Bernardo.
Mundo Vivo, que se presentará como acusación particular en el caso, solicita que se inhabilite al propietario de los animales para su tenencia. Señalan, además, que el sujeto podría enfrentarse a un delito medioambiental, ya que uno de los cadáveres de oveja fue encontrado «en un acuífero». Está previsto que efectivos del Seprona acudan hoy al lugar para completar la investigación.
A pesar de que la denuncia llegaba esta misma semana, la situación podría remontarse a «hace meses o años», apuntan desde la ONG. De hecho, recuerda que hasta que un trabajador ajeno al pueblo no dio la voz de alarma sobre el estado de los animales nada se había denunciado sobre la situación. «Eres culpable de lo que haces, pero también de lo que callas», afirma el veterinario.
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