Artículo de S. Gómez, tomado de Levante-emv.com
Laura y Alberto alimentan a tres ovejas a las que dan cobijo en su refugio de Enguera. Perales Iborra |
«300 animales se verán en la calle otra vez, sin nada. No podemos permitirlo». Es el grito de auxilio que lanza Laura a través de la campaña que ha iniciado el refugio para recaudar donaciones a través de la plataforma gofundme.com. La iniciativa se activó el 26 de diciembre y, en 15 días, la ONG lleva recaudados 12.517 euros de un total de 344 donantes de todo el país. Una muestra de la gran cantidad de seguidores que se ha labrado el proyecto en los últimos años, como se puede constatar en la repercusión que tienen sus avances difundidos en las redes sociales.
Pero todavía queda mucho para conseguir el objetivo. Y el plazo se agota el 30 de abril. «Posiblemente es el reto más grande al que nos hemos enfrentado, pero hemos acudido a todas las vías posibles y el único camino que nos dejan es ejercer la opción de la compra de la finca», observa Llácer, que es consciente de la «gravedad de la situación», pero no arroja la toalla. «Disponemos solo de 4 meses para recaudar 390.000 euros. Sabemos que es una cantidad muy elevada y que reunir el dinero es una tarea titánica», agrega.
La ONG culpa en buena medida al laberinto burocrático del escenario límite al que se ha visto abocada, por la tardanza de la administración en resolver las licencias y autorizaciones oportunas para legalizar el refugio. «Durante más de 4 años hemos estado peleando para conseguir los permisos necesarios para desarrollar la actividad como refugio de animales y no los conseguimos hasta hace 4 meses. Hasta ahora resultaba inviable invertir en algo que no sabíamos si nos iban a permitir continuar», resume Laura. Una incertidumbre que ha demorado el acopio de los fondos necesarios.
Mucho esfuerzo y dinero invertido
Hace escasos meses, la ONG obtuvo el núcleo zoológico y la licencia ambiental, después de muchos obstáculos. «Las licencias van ligadas al terreno actual: si nos viéramos obligados a mudarnos y empezar de cero, deberíamos comenzar de nuevo los trámites, con lo que ello conlleva», remarcan.
«Hemos invertido mucho tiempo, esfuerzo y dinero en acondicionar el terreno, mejorar las instalaciones y los accesos. No podemos permitir que toda la ilusión depositada se pierda», sostiene Alberto. En cualquier caso, los artífices de este oasis animal enclavado en el monte dejan claro que no dejarán «a los animales solos». «Nuestro compromiso con ellos nos anima a seguir luchando», insisten. Promover los derechos de los animales» y rescatar al mayor número posible» se marcan como objetivos prioritarios, con el reto de alentar «un cambio en la sociedad».
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