Artículo de M. C. R., tomado de La Verdad.es
Daniel juega con Duque, uno de los cachorros de los seis que han llegado a cuidar en casa. / carrión / agm / G. |
«Merece la pena, todo son ventajas». Así piensa Mavi, madre de acogida. Ella, su marido Guillermo y su hijo Daniel han cuidado desde el pasado mes de junio a seis cachorros en acogida. «Nos mandan cachorros porque nosotros ya tenemos dos perros adultos». Ahora con ellos está Duque, un pequeño de unos cinco meses que no para ni un segundo. «Es el más travieso que hemos tenido, tiene muchísima energía». Empezaron con Pancho, cuya marcha costó más de una lágrima. «Pero luego las familias de adopción mandan las fotos y te das cuenta de que merece la pena, ellos están mejor». Poco a poco se han ido acostumbrando a las idas y venidas de los cachorros, sobre todo Daniel que, asegura, «ya no lloro porque sé que hacemos una buena obra y sé que son felices donde están ahora».
Todo empezó porque Guillermo quería colaborar con la protectora Pintor Pedro Párraga, pero quería hacer algo en familia. Ahora están seguros de que la decisión fue buena, a pesar de que «los cachorros dan mucho trabajo». Para esta familia merece la pena y no dudan en animar a la gente a que acojan, aunque advierten: «Esto es duro porque no siempre llegan bien y requieren muchos cuidados. Hay que amar a los animales para aceptar este reto».
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