Dos policías locales pagan de su bolsillo la eutanasia de un gato

El animal fue arrollado en la calle Tranvía y los agentes lo encontraron «agonizando, rodeado de un charco de sangre, mientras tres niños, de unos 6 años, jugaban con él», con la evidente «falta de salubridad para los menores».

Artículo de Jorge García Badía, tomado de La Verdad.es

Foto ilustrativa tomada del grupo de Yahoo "Gatos de la calle".

La orden judicial que ha permitido rescatar a 'Efe' -un cachorro que se encontraba en estado de «semiabandono» en un piso del barrio de San Pedro- ha puesto de manifiesto la intensa labor que desarrolla la Policía Local en el ámbito de las mascotas. Pero también ha sacado a la luz las carencias que tiene la Jefatura de Alcantarilla para atender este tipo de incidencias, ya que el pasado viernes dos agentes tuvieron que pagar de su bolsillo la eutanasia de un gato atropellado.

El animal fue arrollado en la calle Tranvía y la Policía Local, según el parte de servicio, se personó allí y comprobó que había «tres niños, de unos 6 años, jugando con un gato agonizando rodeado de un charco de sangre». Ante «la falta de salubridad» para los menores y el estado del minino, los agentes decidieron llevarlo al hospital veterinario La Rueda. Allí, indica el parte, «los veterinarios manifiestan que el Ayuntamiento les debe una factura de 400 euros desde hace cuatro años, pero viendo el estado de agonía del animal deciden atenderlo».

De forma que cada policía abonó el 50% de la factura y la clínica asumió el coste de la incineración. «Los agentes -critican- no pueden abonar de su salario los gastos que conlleva ayudar y salvar vidas de animales». Uno de ellos reclamara el dinero al Consistorio por vía judicial: «Por no dotar de medios ni de protocolo de actuación necesario para casos que son diarios».

La protectora Almohadillas Felices, que acoge a 'Efe' hasta que el juzgado decida si imputa un delito de maltrato animal a su dueña o se le impone una multa, reclamó ayer «unas instalaciones mínimas» y más recursos para la Policía Local, que en el último año ha rescatado y resuelto varios casos de maltrato. De hecho, algunos de los perros rescatados han sido acogidos por los propios policías.