Artículo de José Roberto Loo Vázquez, tomado de CiberCuba.com
Realizan caminatas para dar de comer a los perros callejeros | Foto © CiberCuba / José Roberto Loo Vázquez |
A Roxana le llegó el aviso de su existencia en enero de 2019. Enseguida fue al lugar, cerca del Hospital Clínico Quirúrgico, a rescatar a la cachorra. Era lastimoso ver que una de sus paticas estaba casi en carne viva, que afanosamente intentaba caminar y limpiarse la herida.
La perrita llegó a un hogar donde ya existían otros cuatro canes, entre algunos de tránsito esperando hogares adoptivos y otros que vivían permanentemente en esa vivienda. Enseguida su patica fue limpiada y sólo se supo que era un estafilococo porque reaccionó a los medicamentos, pero nunca se demostró qué tipo, pues en Santiago de Cuba no existen laboratorios para determinar con exactitud esas enfermedades de estos animales. Fue suerte y verdad.
Terry fue su primer nombre. Era terrible, su discapacidad no le impedía destrozar cuanto objeto pasaba por su boca, tampoco le suponía un problema para hostigar a gatos y otros canes y, mucho menos, para robarse el corazón de Roxana Domínguez Franco, coordinadora general de Santiagueros por el Bienestar Animal (SALBA), de los demás miembros y de personas más allá de la frontera nacional.
Así fue encontrada la perrita Terry / Cortesía de SALBA |
La perrita Terry tras la operación / Cortesía de SALBA |
Su historia llegó a las redes sociales a través de una página y un grupo en Facebook. Sensibilizó a una santiaguera residente en Canadá quien de inmediato no solo se hizo cargo de los gastos de la pequeña Terry, de los tratamientos, medicamentos y procederes quirúrgicos, sino que manifestó sus intenciones y deseos de adoptarla y llevarla a su país.
Una veterinaria en Matanzas tenía los vínculos y la manera de hacer llegar a Terry hasta Canadá. Roxana se montó con la cachorra en un camión, pues en los ómnibus nacionales no permiten perros, y llegó hasta esa provincia, sola y por primera vez. Allá fue recibida por esta profesional que se encargó de todo.
Desde abril de 2019 Terry vive muy feliz en Canadá junto a su nueva familia. Termina de curarse su patica y recibe rehabilitación para poder hacer bien sus necesidades como debe ser.
Terry en su nuevo hogar en Canadá / Cortesía de SALBA |
Terry en su nuevo hogar en Canadá / Cortesía de SALBA |
Cachorros encontrados / Cortesía de SALBA |
“El mundo suele ser cruel con el nuevo talento, las nuevas creaciones. Lo nuevo necesita amigos”, esa es quizás la más valiosa de las enseñanzas del afamado animado Ratatouille, expresadas en el monólogo de cierre de Anton Ego, el crítico culinario.
SALBA, para salvar animales, necesita amigos, apoyo, requiere comprensión y ayuda, mucha ayuda sin importar el tipo o la procedencia, porque el entorno donde se desenvuelve es hostil a veces, y muy estéril de mecanismos legales.
Para quien ni siente ni padece por los animales quizás le resulte de locos que un grupo de personas, jóvenes y mujeres en su mayoría, caminen por las calles en el horario de la noche repartiendo comida a los perros callejeros, o que alguien pueda alojar en su casa hasta siete gatos, también que una voz se alce defendiendo los derechos de un can abandonado cuando los especialistas de Zoonosis los capturan a base de exceso de maltratos…, pero ellos piden, al menos, respeto por la labor que realizan.
El cinco de mayo de 2018 la ciudad de Santiago de Cuba vio nacer a SALBA, siglas de Santiagueros por el Bienestar Animal, una idea que no era nueva pues sus integrantes han sido defensores de perros, gatos, caballos, tortugas, etc., casi desde que tienen uso de razón, sin embargo, sí era novedoso que ellos se unieran en forma de organización, aún cuando no tienen el anhelado estatus legal por el que tanto han luchado, tampoco su propio local.
Inicialmente tenían solo seis integrantes, no se conocían entre ellos, solo uno sabía del amor por los animales de todos, y por eso se imaginó que podrían agruparse. Hoy son casi 40, pero desde el principio y hasta la actualidad tienen el mismo objetivo: hacer algo por el bienestar de los animales y también trabajar con las personas y la poca visión del respeto hacia las mascotas.
También desde su fundación tuvieron dos líneas de trabajo bien definidas: “rescate del animal, su bienestar, concientización de las personas en relación a los derechos de los animales porque hoy trabajamos por los perros y gatos, pero en un futuro igual defenderemos a los caballos, por ejemplo.
Todo lo que sea bienestar animal, SALBA poco a poco trabajará en eso”, asegura Roxana coordinadora general.
El rescate del animal incluye tener un hogar de tránsito, las medicinas y tratamientos que requieran, lograr la recuperación de ellos y su posterior adopción definitiva.
Familias adoptivas / Cortesía de SALBA |
Charlas en escuelas / Cortesía de SALBA |
Charlas en Radio Mambí / Cortesía de SALBA |
Roxana, coordinadora general de SALBA / Cortesía de SALBA |
Gato Huesitos / Cortesía de SALBA |
Perrita Mariposa / Cortesía de SALBA |
Suyen miembro de SALBA / Cortesía de SALBA |
“Hemos trabajado con los niños porque ellos pueden concientizar a los padres, persuadirlos de que maltraten a los animales y porque además hemos visto que a veces cuando salen de las escuelas maltratan a los animales. Sobre todo, porque cuando desde pequeños se les enseña a amar a los animales y la naturaleza, esos sentimientos se prenden más fuerte. A veces es más fácil llegar al corazón de los adultos a través de los niños, y estos lo que aprenden de niño, no se les olvida jamás”, asegura Suyen Fong García, una de las integrantes más antiguas y activas.
Caminatas para alimentar a los perros
Cada una de las cinco caminatas que han realizado los miembros de SALBA, para alimentar a los perros callejeros, les ha servido a los jóvenes miembros para entender cuán diversa puede ser la naturaleza humana: han vivido la bondad de las personas que se han solidarizado con ellos y les han ofrecido dinero como ayuda nacida del corazón, pero también han tenido que enfrentar las incomprensiones y la falta de recursos legales en Cuba para proteger a los animales.
Caminatas para dar comida a animales callejeros / Cortesía de SALBA |
Caminatas para dar comida a animales callejeros / Cortesía de SALBA |
“Otras personas no han tildado de locos, nos han mandado a envenenar los perros, que si estamos locos porque nos quitamos la comida para dársela a los perros, nos dicen que tengamos una vida, que nos busquemos maridos… en ese momento a uno le da rabia, pero respiramos y nos tranquilizamos pues si estamos tratando de educar a las personas no podemos ponernos a la par de quien nos ofende. Tratamos de persuadirlos y responderles inteligentemente, aunque a veces tenemos que ignorarlos.
“Hemos tenidos ejemplos muy duros de personas que hasta nos han perseguido por la calle, gritándonos cosas, y no eran personas con enfermedades mentales… no han llegado a la violencia física, esperamos seguir pudiendo lidiar con las personas, pero un día las personas sí podrían llegar a la violencia física”.
Las caminatas les han permitido encontrar personas que comparten su amor por las mascotas, también les hizo comprender que SALBA tiene cabida para el que como ellos rescate animales, pero sin menospreciar al que ayuda con algo de dinero, al que acoja un animal de tránsito o al que sin poder dar ni lo uno ni lo otro deja que un pobre perro viva en su portal y pase las noches protegidos o salga y le dé algo de comida a un gato.
“Agradecemos el que nos ayuda con una donación la que sea, desde 20 centavos hasta una jeringuilla, cualquier ayuda es recibida y muy apreciada, sin embargo, SALBA ahora mismo lo que más necesita es un local y un estatus legal. Un local donde poder acoger a los animales, curarlos, atenderlos, y a la vez podamos hacer trabajo educativo con las personas, asesorarles y enseñarles a cuidar a las mascotas para que el día de mañana no se conviertan en un problema para la ciudad.
Donaciones voluntarias / Cortesía de SALBA |
Algunos de los fundadores de la organización SALBA / Cortesía de SALBA |
“Uno de los protectores de SALBA salió a hablar para decirle 'mira quizás tiene sed, hambre', y el dueño salió agresivamente contra nuestro miembro y le respondió en muy mala forma. Nosotros en esos casos solo podemos conversar con los dueños, no tenemos a quién llamar, un lugar donde denunciar, en Cuba no hay ni ninguna ley de protección animal, por eso es que a raíz de los debates por la nueva constitución, que recientemente se hicieron, SALBA abogó porque cada miembro, en estas reuniones, se parara y hablara de la necesidad de que exista en Cuba una ley de este tipo… pero no se logró”, añade Roxana.
“Salba” necesita ser salvada
Un tema perenne en las discusiones de SALBA es el financiamiento y el dinero. No porque ellos lucren con esta organización no reconocida oficialmente, sino porque literalmente hablando, la vida de muchos perros y gatos abandonados en las calles de la ciudad de Santiago de Cuba dependen de cuán llena estén las alcancías de este grupo, cosa que jamás ha pasado, siempre viven el día a día.
Animal callejero atendido por los activistas de la organización / Cortesía de SALBA |
“Al inicio éramos seis miembros y cada uno daba 20 pesos por mes. Con este dinero empezamos a comprar los primeros medicamentos. Cuando SALBA creció, y tuvimos nuestra página y grupo en Facebook, comenzamos a dar a conocer el trabajo del grupo y los casos, y empezaron a llegar donaciones de personas que viven en el exterior. A veces las ayudas van dirigidas al grupo otras a casos muy puntuales. Cada animal que recibe una ayuda, se le da seguimiento para que las personas sepan cómo ha sido la evolución”, asegura Suyen.
La mayor parte de los miembros de SALBA son jóvenes, muchos de los cuales no pueden tener animales en sus casas o incrementar el número de los que ya tienen. De ahí que pagar por el tránsito de las mascotas rescatadas, generalmente cinco dólares al mes, hasta encontrar familias adoptivas, ha sido una costosa solución.
“Nos apoyamos en amigos, vecinos, amigos, que tengan un patio o espacio donde puedan estar los animales rescatados. Nos ocupamos de la alimentación y de su salud, pero necesitamos un lugar para sacarlos de las calles. Ese dinero para pagar por esos espacios viene de nuestras cuotas mensuales y de la ayuda del exterior”, asegura.
Por regla los miembros de SALBA cuando dan un animal en adopción siguen un riguroso proceso de entrevistar a las personas y proseguir con visitas de seguimiento al hogar, incluye ayudas de algún tipo como la desparasitación del animal. Sin embargo, algunos casos no han tenido el final feliz de un hogar definitivo.
“A veces no hemos podido ni encontrar casas de tránsito para algunos animales, ni pagando, y lo más que podemos hacer es hablar con la comunidad para que acepten el animal viviendo en la cuadra, y que le den comida. Nosotros tratamos que tenga buena salud. En mi misma cuadra tenemos uno que al principio tuvimos que hablar con las personas, pero hoy hemos llegado a un entendimiento tal que cuando se pierde las mismas personas nos avisan”, explica Roxana.
¿SALBA tiene un futuro?
“No sabría decirte. Mientras Roxana esté al frente habrá SALBA, mientras existan personas como mi hermana, como Suyen, Gabriela, o Tahimí, Jorgito, Yanelvis, tendremos SALBA de corazón, luego no sabría decirte qué pasará.
“Necesitamos las donaciones para poder ofrecerles bienestar a los animales en un país donde no están reconocidos sus derechos legalmente, pero hay personas que se acercan pensando que como trabajamos con donaciones podrían lucrar, hasta eso hay que explicarle a la gente que trabajamos por y para el bienestar de los animales, así queremos que sea SALBA en el futuro.
“Además queremos tener un status oficial, legal, para así poder hacer más, hoy no podemos relacionarnos con una empresa, una entidad, pues legalmente no somos nada ni nadie. El futuro también estaría por ahí.
“Intentamos convertirnos en una ONG y no procedió. El otro camino a constituirnos como grupo oficial es juntarnos a una asociación ya existente y en ese rumbo andamos ahora, aunque aún de las organizaciones que contactamos, aún estamos esperando que me den una entrevista para al menos exponer nuestro caso, pero ni caso. Pero confío en que sí habrá SALBA mientras haya animales que necesiten ser salvados, confío en eso, y trabajamos para eso”.
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