
El lugar ha sido visitado por Soledad Moretti, integrante de la Red Animalista de Mendoza, quien acompañada de otra integrante se personaron en el lugar. Encontraron el lugar con facilidad, era una fosa tapada con bloques metálicos, los perros llegaban a ella, al ser tirados por un tobogán.
Al acercarse a la cavidad se oyen llantos, cuando los perros se percatan de la existencia de personas, cada vez más fuertes como pidiendo ayuda. Las chicas de la RAM, estiraban sus manos y las lamían, lo cual quieres decir que no son agresivos, como habían sostenido algunos trabajadores, al decir que se hallaban allí por esa razón; pero si lo hubiesen sido habrían mordido nada más ver a las personas.
La decisión de captura y encierro es una espantosa cárcel subterranea, que es compartida entre la Perrera de Guaymayén y la Terminal y las integrantes han puesto la consiguiente denuncia bien documentada en la fiscalía, pidiendo que se investiguen los hechos sobre esta cárcel oculta para perros.
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