Enviado por Ecoticias
El funcionamiento es bien simple: tiras las cacas en un contenedor donde son digeridas por las bacterias y se produce gas metano, que se almacena y se utiliza para encender una lámpara por la noche. Biodigestores parecidos se usan en plantas industriales de transformación, lo inusual es verlos a una escala tan pequeña, tan humana.
En los parques para perros se suele producir una importante cantidad de excrementos. Esta nueva farola ayudará a la gente a conectar sus acciones con el sistema energético (caca=energía). Más importante aún, subraya la idea de que existen muchas fuentes potenciales de energía a nuestro alrededor.
Si vamos a consumir cada vez menos petróleo, conviene que vayamos aprendiendo a combinar distintas fuentes de energía, desde la solar a la eólica, o también, porqué no, de las cacas de perro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario