Tomado de Schnauzi.com
Su esposa, Laura Acampora, también fue condenada por su papel en el ring, por permitir que sus hijos presenciaran el horrible maltrato que sufrían los perros, en su mayoría de raza pit bull.
Se cree que al menos 10 perros fueron asesinados y muchos más heridos en el ring. Los órganos de los pit bulls fueron arrojados a las cunetas de la carretera. Tom Hogan, fiscal del Condado de Chester, definió la casa familiar como "una casa de los horrores para los perros que vivían allí".
"Esto era como un gimnasio para perros. Encontramos herramientas de formación para enseñar a los perros cómo morder. Encontramos herramientas para enseñar a los perros a atacar. Encontramos medicación, un tipo de esteroide para ampliar el salvajismo de los perros", comentó Hogan.
Cuando la policía irrumpió en la casa consiguió salvar la vida de seis perros.
El juez Thomas G. Gavin ha condenado a Santiago a 15 años de cárcel por todas sus acciones. Santiago intentó minimizar sus actos explicando que él había crecido en un ambiente de peleas de perros y lo comparó con la caza.
"No puedo concebir que alguien no tenga un sentimiento natural de amistad hacia los animales". "No creo que ningún animal se deba mantener con el fin de luchar. Es algo completamente extraño para mí".
Acampora fue sentenciada a 23 meses de cárcel por no proteger a sus hijos de ser testigos de esos actos tan horribles. Los padres permitieron que sus cinco hijos vieran como pisoteaban a un perro hasta que moría o ver a un perro comerse a otro perro.
Sólo se puede esperar que los perros y los niños sean colocados en hogares que les den amor y cariño.
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