Tomado de Univisión.com
Anana no tiene una gruesa capa de grasa para enfrentar temperaturas tan extremas. Imagen tomada de Twitter. |
Sharon Dewar, la portavoz del zoológico, explicó que si bien el clima bajo cero podría ser comparable a lo que los osos polares experimentan en el medio silvestre, Anana no tiene una gruesa capa de grasa para enfrentar temperaturas tan extremas.
Dicha capa, según Dewar, la desarrollan los osos polares al comer cosas como las focas y los cadáveres de ballenas.
Esa característica haría incómodo vivir en Chicago durante el resto del año, por lo Anana lleva una dieta diferente.
Por otro lado, en el Aviario Nacional de Pittsburgh, las águilas calvas y los pingüinos africanos, acostumbrados a climas templados, tuvieron que ser retirados de exhibición hasta que el clima mejore.
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