Las desgracias naturales afectan también a animales que pierden a sus familias y seres de su especie.
Tomado de El Diario de Nueva York
En diciembre de 2004, un hipopótamo asustado, separado de su familia por un tsunami devastador, encontró apoyo y consuelo en una tortuga de Aldabra, llamada Mzee.
La tortuga de 130 años de edad aceptó a Owen como familia, y se forjó un vínculo inseparable.
La pareja tan peculiar fueron los mejores amigos durante varios años, hasta que, finalmente, Mzee se mudó a otro recinto cuando Owen creció.
Sin embargo, Owen no estaba solo. Una hembra de hipopótamo llamada Cleo se unió a él como compañera, ya era hora de formar una nueva familia.
lunes, 23 de abril de 2018
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