Tomado de El Espectador.com
La elefanta fallecida. Foto y vídeo: puthiyathalaimurai.com |
La elefante se encontraba en un templo indio hace 28 años. En este lugar fue sometida a una vida llena de maltratos. Según cuenta la cadena informativa BBC, a Rajeshwari se le obligaba a permanecer de pie por varias horas y a cargar agua utilizada para diferentes rituales de tipo religioso.
Según reporta la prensa local, en el 2004 tuvo un accidente en el que se rompió una pata. A la elefante no se le practicó ningún procedimiento médico y tuvo que vivir los siguientes años con su extremidad herida. Hace unos meses se partió el fémur por lo que dejó de caminar. La salud del animal se agrabó luego de que los expertos identificaron el nacimiento de úlceras en su cuerpo.
Tras observar el estado de salud de Rajeshwari, un activista y defensor de los derechos de los animales llevó el caso a una corte para que la justicia autorizara el sacrificio de la elefante y de esta forma terminar con su sufrimiento. Pero antes de que el juez tomara una decisión, el animal murió.
Este es solo uno de los 4.000 casos de maltrato animal de elefantes en cautiverio en esta zona de la India, según Soutik Biswas, periodista de la BBC.
Además del caso de Rajeshwari, hace casi un mes se conoció un vídeo donde mostraban a Laxmi, una elefante de 30 años que fue encadenada y torturada hasta la muerte por unos hombres también en India. El cuerpo del animal se veía bastante frágil y mostraba signos de desnutrición.
En el país asiático se usa gran cantidad de elefantes para actividades recreativas. Son alquilados por turistas para dar paseos o comprados por ciudadanos locales para largas ceremonias religiosas, desfiles y hasta bodas. A estos animales los entrenan por meses, sometiéndolos a diferentes tipos de tortura para que su instinto se atrofie y sean dósiles con quien los compre o rente.
El maltrato animal está presente en muchas partes del mundo y no solo con esta especie. Las peleas de perros son otro tipo de violencia contra los animales.
Los perros son entrenados, golpeados, encerrados y obligados a aguantar hambre y sed por días para volverlos violentos. Luego los enfretan con otros canes, que han pasado por la misma tortura, hasta que uno resulte tan herido que no pueda seguir peleando o muera.
Este año, en Mexico, se aprobó una ley para que quien entrene a un perro con el fin de hacerlo participar en peleas, o aquel que las promueva, deberá pagar entre seis meses y cinco años de cárcel.
Estos no son los únicos países ni casos donde se presenta maltrato. En Brasil, por ejemplo, existe una religión llamada Umbanda, fundada en el siglo XX principalmente por esclavos que llegaron a ese país. Combina creencias esotéricas y espiritistas. Los practicantes de este polémico rito, creen en el sacrificio de los animales para renovar su energía y ofrendarlos a los dioses que adoran.
Como parte de su creencia, después del ritual y el sacrificio, el animal es cocinado y distribuido a todos los presentes en la ceremonia para que quien lo consuma sea bendecido.
En África, existen varias religiones que practican los sacrificios a animales, entre ellas la yoruba. Situados principalmente en Nigeria, llaman Orisha a aquel que para ellos es el intermediario entre el creyente y dios.
Los fieles seguidores de esta religión consideran un honor participar en ceremonias donde se ofrenda un animal a su dios. Como las anteriores religiones, ellos también lo hacen como parte de un ritual para renovar energía, y prohíben sacrificar un animal si no es para ofrecerlo a su deidad.
En Nepal, desde hace tres siglos y hasta el año 2015, era tradición en los rituales de las comunidades de Madheshi y Bihari, que se realizan cada cinco años en el templo Gadhimai, sacrificar cabras y bueyes para concluir sus ceremonias y dedicarlos a su deidad.
Grupos defensores de los animales protestaban ante esta situación hasta que se le puso fin. Para el próximo festival, que se llevará a cabo en el 2019, ya no se realizarán sacrificios.
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