La jirafa es un animal tan popular y querido que seguro que te extraña que se trate de una especie amenazada, pero desgraciadamente así es.
Artículo de Sandra Arteaga, tomado de Computer Hoy.com
La jirafa es un animal tan popular y querido que seguro que te extraña que se trate de una especie amenazada, pero desgraciadamente así es. De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales (UICN), el animal más alto del mundo ha pasado a formar parte de la lista de animales en peligro de extinción.
Los problemas que amenazan a las jirafas no son algo nuevo y, como sucede con buena parte de las especies en peligro de extinción, están ocasionados por el hombre. Las organizaciones protectoras de animales llevan advirtiendo varios años de que la población de jirafas está disminuyendo. En las tres últimas décadas, el número de ejemplares no ha dejado de descender debido a diversos motivos, como la pérdida de su hábitat, los cambios ecológicos, los problemas civiles o la caza.
Según el informe de UICN, en 1985 había entre 151.000 y 163.000 jirafas, cuyo hábitat natural se encuentra en varias reservas de África oriental y meridional, que comparten con otras especies protegidas, como los leones. La población de jirafas ya se había desplomado en 2015, con solo 97.562 ejemplares, y un año más tarde los científicos cambiaron su estado de conservación de especie de menor preocupación a vulnerable.
En el caso de las jirafas, una de las principales amenazas es la caza. Entre algunos pueblos africanos, se trata de un animal especialmente apreciado por su cola, que es un símbolo de estatus. Por ejemplo, los hombres acostumbran a utilizarla como dote cuando piden matrimonio a las mujeres. El comercio ilegal de médula de jirafa es otro de los motivos que promueven la caza furtiva de este bello animal. Esto es debido a que algunos creen que tiene cualidades para curar el sida.
Por otra parte, la importación de trofeos de caza de jirafas también ha contribuido a su declive. El mayor volumen es el de Estados Unidos. De acuerdo con los conservacionistas del país americano, los residentes han importado 21.402 tallas de hueso, 3.008 piezas de piel y 3.744 trofeos de jirafa de otras características.
"Mientras que las jirafas se ven habitualmente en safaris, en los medios y en los zoológicos, las personas -incluidos los conservacionistas- no son conscientes de que estos majestuosos animales están sufriendo una extinción silenciosa", afirma Julian Fennessy de UICN. Para evitar que las jirafas acaben desapareciendo, es de vital importancia que los países de todo el mundo empiecen a legislar para su protección.
[Fuente: IUCN]
sábado, 14 de abril de 2018
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