Artículo de Agapito Ojosnegros, tomado de El Norte de Castilla.es
Caballos abandonados, de nuevo, en Manzanillo. Foto: A. O |
A punto de cumplirse ahora, a primeros de marzo, un año de que el Seprona de la Guardia Civil abriera una investigación a un vecino de Peñafiel como supuesto autor de un delito de maltrato y abandono de animales domésticos, una nueva denuncia, por los mismos hechos y sobre el mismo individuo, se ha presentado ante dos instancias: en el cuartel de la Guardia Civil de Peñafiel, y ante la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León instándola a la apertura de un expediente administrativo y sancionador “por el mal estado de dos caballos y siete cachorros de perro, en el término municipal de Peñafiel”, señalan las dos asociaciones protectoras de animales que han denunciado esta situación: el Colectivo Antitaurino y Animalista de Bizkaia (CAAB) y la Asociación Anima.Va, vallisoletana esta segunda. La reiteración de los hechos, como han explicado, es lo que les ha llevado a solicitar a la Junta lo expuesto.
Hace un año la Benemérita intervino en la explotación ganadera ilegal que el denunciado mantenía al lado del casco urbano de la localidad –a orillas del Duratón-, ocupando una parcela sin permiso de los propietarios y en la que apareció muerta una yegua, atada, con la movilidad reducida y con evidentes signos de desnutrición –falleció de parada cardiorespiratoria-. Asimismo, en la citada finca se encontraban otros 13 équidos entre caballos, burros y mulas en precarias condiciones higiénico sanitarias.
Según han señalado los actuales denunciantes, “los animales se encuentran en un estado de total abandono y en unas condiciones higiénico-sanitarias que contravienen presuntamente la legislación vigente regulada por la Ley de Protección Animal de Castilla y León” que vela por el bienestar animal. “Se da la circunstancia”, destacan, “que el propietario de estos animales ya ha sido investigado por las condiciones y tenencia de otros animales y persiste en su actividad, con graves consecuencias para los animales de su propiedad”. Por ello, estiman que “estos hechos no deben quedar impunes en una comunidad que cuenta con la legislación suficiente que permita su protección”, solicitando que los animales sean decomisados y que sean entregados a asociaciones refugio que trabajan en la recuperación y el tratamiento de animales. Las dos protectoras se encargarían de buscar esos lugares donde los perros y los caballos puedan tener una vida digna. Llegarían más lejos solicitando incluso la inhabilitación del denunciado para tener animales, pero la legislación regional no contempla esta posibilidad, como sí lo hacen otras comunidades autónomas como puede ser el País Vasco.
Fueron miembros de la asociación animalista vallisoletana quienes hace unos días -al tanto y pendientes de la forma de proceder del denunciado- los que se acercaron a la ribera del Duratón, junto a una central hidroeléctrica, donde sigue residiendo la persona que acusan, percatándose de que “los dos equinos y siete cachorros de perro muestran un muy grave estado de desnutrición, con evidente peligro de morir por inanición puesto que presuntamente hace tiempo que no reciben la alimentación necesaria, no pudiendo satisfacer sus necesidades de nutrición. Tampoco tienen acceso al agua en cantidad y calidad suficiente. Estos animales no disponen de las condiciones higiénico-sanitarias obligatorias”, exponen en su denuncia, en la que también citan a quien consideran creen ser el dueño de los animales e indicando el punto exacto donde se encuentran. Ese enclave está al final de una calle que desemboca al río y en la que se ha instalado una infravivienda prefabricada, y un destartalado corral –donde están los caballos- con materiales de lo más diversos e inestables.
Las pruebas aportadas por las protectoras denunciantes y la información recopilada señalan que el ahora denunciado es presuntamente el mismo que hace un año recibió la visita de la Guardia Civil en el mismo lugar y por idénticos motivos, y, antes, tras desembarcar una veintena de equinos en Manzanillo en un corral que no contaba con los permisos ni condiciones necesarias –ni del que tampoco era propietario-, obligado por las autoridades a devolverlos a la explotación ganadera segoviana de la que llegaron. Esto sucedió en agosto de 2015.
Aluvión de expedientes y denuncias
Fuentes policiales confirman que, respecto a este vecino, no son pocos los expedientes y denuncias que vienen tramitando desde hace años, desde el propio Ayuntamiento por parte de la Policía Local, y desde la Guardia Civil, así como haber efectuado las correspondientes notificaciones de las infracciones cometidas como la de carecer de licencias y permisos para la cría y cuidado de ganado. Incluso han llegado a solicitar formalmente que a esta persona se le retirase la potestad de tener animales. Hablan, estas fuentes oficiales, de al menos 8 caballos fallecidos en distintos lugares de la zona, uno de ellos sacado del río, y de cuyos cadáveres tuvieron que hacerse cargo para su retirada. Y, cuando el denunciado vivía entre Peñafiel y Rábano a principios de la década pasada, en una antigua central eléctrica, el peligro vial que suponían los animales sueltos deambulando por la carretera. En algún momento también han hecho lo propio por calles peñafielenses de las afueras.
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