Artículo de Jesús Hinojosa, tomado de Diario Sur.es
Si conseguir dar en adopción un perro o un gato se convierte en ocasiones en una misión casi imposible, hacer lo mismo con un caballo que ha pasado por alguna experiencia de maltrato o abandono resulta una batalla perdida, pero la Asociación CYD Santa María, que se encarga de ellos en sus instalaciones de Alhaurín el Grande, no pierde la esperanza por ganarla. Con el fin de ayudar a la labor que realizan, la Protectora de Animales de Málaga lleva a cabo este domingo, en sus instalaciones del camino de las Erizas, una jornada de puertas abiertas en la que todo lo recaudado se destinará a los fines de esta asociación dedicada al cuidado de los equinos.
“Tenemos a nuestro cargo 60 caballos y cada vez llegan en un peor estado, porque impera la ley del 'todo vale'. La última potra que nos trajeron tenía tres huesos fuera y su dueño no la quería curar”, expone Virginia Solera que, junto con su hermana Concordia Márquez, trabajan a destajo para sacar adelante esta asociación, en la que solo cuentan con dos trabajadores y que arroja cada mes un déficit de unos cinco mil euros. “Es una batalla imposible porque nadie quiere adoptar un caballo, están dejados de la mano de Dios”, apunta, al tiempo que hace un llamamiento para conseguir recabar voluntarios que les echen una mano con el proyecto que iniciaron hace diez años y que no quieren dejar morir.
Virginia ha encontrado en Carmen Manzano, la responsable de la Protectora de Animales de Málaga, una buena aliada para ayudarle a sacar adelante su proyecto. La jornada de puertas abiertas de este domingo, a la que ha acudido el alcalde, Francisco de la Torre, acompañado por el concejal de Sostenibilidad Medioambiental, Raúl Jiménez, es buen ejemplo de ello. “Les estamos muy agradecidos”, apunta la responsable de CYD Santa María.
La protectora de Málaga tiene casi mil perros y gatos actualmente en sus instalaciones pese a que estas se encuentran dimensionadas para albergar en condiciones óptimas la mitad, unos cuatrocientos. Del conjunto de animales abandonados que recogen al cabo del año (solo el mes pasado fueron 118) no logran dar en adopción el 20%, por lo que tienen que hacer frente siempre a la saturación de su sede, si bien están respaldados por la ayuda de 1.200 socios y 140 casas de acogida. “Hay que luchar contra el abandono de animales con campañas de esterilización, control de las camadas y sobre todo control a la caza. Más del 70% de los perros que tenemos son podencos utilizados por cazadores que, cuando no les sirven, los dejan abandonados”, explica Carmen Manzano, quien también reclama la creación de una unidad policial y un juzgado especializados en los delitos por maltrato animal.
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