Kim Jong-Hyeon, de 29 años, falleció al intentar salvar a un minino encaramado en lo alto de un edificio, en Sokcho, al noreste del país.
Según la ley, los bomberos que mueren combatiendo las llamas o socorriendo a personas pueden ser enterrados en el cementerio nacional. El caso de Kim Jong-Hyeon se sitúa en una zona gris de incertidumbre ya que ha muerto salvando a un animal.
Pero los internautas surcoreanos reclaman un entierro con honores para este hombre. Argumentan que murió en el ejercicio de sus funciones y que respondió a la llamada de un ciudadano.
Una asociación de protección de animales ha recaudado un millón y medio de wons (1.050 euros) para entregárselos a su viuda, embarazada, para expresar los "agradecimientos por parte de los animales, que no pueden hablar".
El acto de la asociación de animales ha sido realmente generosa, quiero decir que, aunque con 1000€ la mujer no pueda hacer mucho, eso le recordará que su marido fue un heroe, se mire por donde se mire, que no discriminó a nadie por ser diferente y acudio en su ayuda y rescate sin pensarlo dos veces. Es una lástima que sea este tipo de personas el que siempre se marche tras hcer lo correcto.
ResponderEliminarUna noticia triste, pero con una gran carga de humanidad y generosidad, sin duda.
Hola Nehalennia. Posiblemente este fuera el único bombero de toda Corea que se molestara por salvar a un gato y ya lo hemos perdido. Ojalá sea un ejemplo para los demás y que cuando se les necesiten para estos fines tal y como haría su compañero fallecido salgan cuanto antes a rescatar a quien sea.
ResponderEliminarGracias por tus comentarios.
Un abrazo.