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jueves, 1 de julio de 2021

Un policía de Castellón denuncia a otros agentes por maltrato animal

Cuatro policías locales, demandados por este presunto delito, otro de atropello de un gato y acoso laboral. Entre los acusados, el agente que ya ha matado a dos perros.

Artículo de M. Ronda, tomado de El Mundo.es
Instalaciones de la Policía Local de Castellón en el antiguo
edificio de Tetuán.
EUGENIO TORRES

Un agente de Policía Local de Castellón ha presentado tres denuncias en los Juzgados de Castellón contra cuatro de sus compañeros. Las diferentes demandas incluyen presuntos delitos de atropello y fuga de un animal, maltrato animal y prevaricación. El mismo policía prepara otra demanda por acoso laboral con el apoyo del sindicato UGT. Entre los denunciados, se encuentra el agente de Policía Local también demandado por matar de tres tiros a un perro el año pasado en el Grao de Castellón -incidente que ocurrió frente a la puerta de la casa de la dueña-, y que recientemente ha sido también denunciado por un presunto delito de atropello con fuga y denegación de auxilio de animal que terminó con la muerte de un cachorro hace un par de semanas.

El agente de Policía Local de Castellón que ha denunciado estos hechos ha relatado a EL MUNDO que todo sucedió a raíz de la muerte de Marley, el perro al que un compañero suyo disparó hasta en tres ocasiones en la marjalería de Castellón a finales de mayo de 2020. Al parecer, el denunciante manifestó ante sus compañeros y jefes del cuerpo de Policía Local su «no apoyo» al policía que disparó a Marley y que una semana después detuvo al hijo de la propietaria del animal (detención que se produjo, al entender del demandante, «en circunstancias cuanto menos dudosas»).

A partir de ese momento, este policía, que estaba recibiendo muchas críticas en redes sociales por lo ocurrido, y otros agentes de su entorno, convirtieron al demandante en el punto de mira, primero de bromas y desprecio, y luego de otras formas de acoso laboral.

No conformes con ello, según consta en las denuncias, unos meses después, en enero de 2021, uno de los compañeros que participaba en el acoso laboral a este agente, atropelló con su moto a una cría de gato (Blacky) que el policía denunciante cuidaba en una colonia registrada por el Ayuntamiento, justo al lado de las instalaciones policiales.

«Yo estaba dándoles de comer a los gatos, él acababa su turno y se dirigía a coger su moto. Pasó por mi lado, se detuvo a mirarme a mí y a los animales. Siguió entonces hasta su moto, a unos quince metros. Arrancó y se vino directo hacia nosotros. Conseguí apartar a todos menos a uno mientras le gritaba que se detuviera. Lo pasó por encima de la rueda. No se detuvo tampoco después», relata el policía afectado, que asegura que el suceso quedó registrado en grabaciones de varias cámaras de seguridad.

Este fue el primer incidente denunciado, un mes después, y a consecuencia de la denuncia de los hechos, se produjo el segundo. Poco después de las 22.00 horas, cuatro agentes, -el que disparó a Marley y atropelló a un perro y su compañero, y el acusado por presuntamente atropellar a un gato y su compañero-, se personaron en otra de las colonias de gatos en las que colabora el denunciante, cerca de las Central de Policía Local. «Vinieron nada más empezar el turno, me pidieron el DNI y me denunciaron por saltarme el toque de queda, pese a que les informé de que disponía de autorización de la Dirección General de Bienestar Animal para llevar a cabo esa actividad durante el toque de queda», declara el agente, que ha denunciado a sus compañeros por un presunto delito de prevaricación. El tercer incidente se da en los días sucesivos.

«Hasta esa noche en esa colonia había, de forma regular, nueve gatos. Esterilizados, bien cuidados y alimentados. En las noches siguientes desaparecieron todos. Terminé encontrando a dos de ellos muertos». Logró hallar a uno con vida, pero muy enfermo, que murió a las tres horas en una clínica veterinaria después de una intoxicación por envenenamiento. El agente instruyó entonces diligencias policiales por un presunto delito de maltrato animal por envenenamiento en el punto de alimentación de la colonia felina.

Todo ello es lo que le ha convencido finalmente a tramitar una tercera denuncia, con el apoyo del sindicato UGT del Ayuntamiento, esta vez por acoso laboral.

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