La gota que colma la copa. Reconocimiento a Laura Herrero Pérez.

Cuando estás metido en estos temas de defensa y ayuda a los animales muchas veces piensas que ya lo has visto todo, pero cada día te sorpende algo nuevo.

La maldad humana es increíble y casi siempre los asesinos se superan así mismos.

¿Con qué derecho un salvaje se permite el lujo de quitarle la vida a ocho cachorros?

El método utilizado es lo más cruel que he visto en mucho tiempo, les inyectaron veneno provocándoles una agonía indescriptible.

La chica que los recogió en la cequia delante de su casa estaba desesperada ante el llanto continuo de los pequeños, intentó darles el biberón sin resultados, a la mañana siguiente los llevó al veterinario que fue quien le dijo lo que le habían hecho a los recién nacidos.

Esta es la foto que le tomó a los bebés Laura Herrero Pérez.


Así se llama esta animalista ejemplar que en otras ocasiones ha llevado a cabo acciones similares, fue ella quien los recogió metidos en una caja acabados de nacer, aun ensangrentados, ella los limpió y estuvo a su lado toda la noche intentando sin exito alimentarlos, también fue ella quien sin pensar en su fragilidad femenina frente a un rudo cazador salió en búsqueda de la bestia que había hecho esto, por suerte no lo encontró, tampoco a la perra recién parida, a saber lo que han hecho con ella.

Me uno a su súplica de hacerle saber a quienes no les gusten los animales, que hay otras salidas para una camada no deseada, lo más lógico sería esperar el destete para luego darlos en adopción, pero si por alguna razón no pudiera o no quisiera hacerlo que sepa que siempre hay alguien dispuesto a levantarse cada dos horas para dar de comer a los cachorros, cualquiera de nosotros estaría encantado de poder hacerlo para luego entre todos conseguirles una familia que le diera la oportunidad que este mal nacido le ha negado.

Ahora estamos todos enfrascados en hacer la mayor publicidad de este crímen para intentar localizar al culpable y exigirle que pague por sus lamentables acciones.
Que sepa que no va a quedar impune pues somos muchos los que estamos en ello y tarde o temprano tendrá que saldar su deuda, aunque esto que ha hecho no se paga con nada.

Todo sucedió en Valencia.