La noticia del terremoto de Chile nos conmovió a todos, después cuando supimos del tsunami que le siguió, a muchos nos costó entender como es posible tanta desgracia en tan poco tiempo y en un mismo sitio.
Empezaron a llegarnos imágenes de la tragedia, los cuerpos de rescate sacando sobrevivientes de entre los escombros, casas arrancadas literalmente de sus cimientos, familias desmembradas, heridos, muertos, desaparecidos, un horror.
En medio de todo esto también habían animales, entre ellos David, un perrito que afortunadamente encontró su ángel que lo protege y que está luchando por sacarlo adelante. Todos recordamos el caso de Boby (en esta web le dedico varias entradas), nos movilizó, aun seguimos en ello ya que todavía no está totalmente recuperado.
Ahora se repite la historia pero a miles de kilómetros de casa, lo cual no impide que esa solidaridad que caracteriza a los amantes de los animales extienda su brazo hasta el país hermano para echarle una mano a Lucas Peralta que es quien se está encargando de asistir al animalito.
En este proceso se ha encontrado de todo, vecinos que en principio le aplaudieron la idea de acogerlo ahora le salen con que les molesta que tenga el animal en SU CASA, pues como es lógico Lucas lo saca a las zonas comunes para que se distraiga y por lo que se ve lo que en principio les causaba admiración ahora les molesta ver un animal inválido tirado en el jardín.
Y por supuesto, lo peor de todo, la imposibilidad de hacer frente al desembolso económico que representa el poder darle una atención veterinaria adecuada.
Lucas, le ha creado a David un espacio en Facebook,
DAVID, VÍCTIMA DEL TSUNAMI, allí puedes seguir a diario su evolución, las visitas al médico, pronósticos, etc, pero también y lo más importante puedes encontrar la vía para ayudarlo en esta casi titánica misión que el solo se ha tomado por su cuenta y que demuestra una vez más que si hay personas que lo dan todo por los animales.
Sería justo que lo ayudáramos con los gastos, pensar que con muy poquito que aportemos, nosotros que tenemos la fortuna de tener una moneda fuerte, al cambiar esos pocos Euros que podamos enviarle cuando se convierten en pesos la cosa cambia y así podemos garantizarle a David una atención esmerada, pero sobre todo conseguir que Lucas sienta nuestro apoyo y que sepa que no está solo en su lucha por salvar a su can.
El día que hagas tu aportación, cuando llegue la noche y te dispongas a descansar, lo harás con la inmensa satisfacción de saber que has puesto tu granito de arena por un fin noble, y esto, créeme, no se paga ni con todo el oro del mundo.
¡¡¡AYUDEMOS A DAVID!!!
DAVID, VÍCTIMA DEL TSUNAMI
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