Tomado de El Diario de Nueva York
Orca durante una actuación en un parque de SeaWorld. (Captura del vídeo) |
La corte rechazó la apelación presentada por la compañía, que tiene 11 parques en Estados Unidos, contra las normas de seguridad emitidas por la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional del Departamento de Trabajo de Estados Unidos que impedían a los trabajadores acercarse a estos animales potencialmente peligrosos.
Con dos votos a favor y uno en contra, el tribunal de apelaciones mantuvo las exigencias del Departamento de Trabajo y sentenció que las medidas de seguridad de la empresa eran inadecuadas y que no protegían lo suficiente a sus trabajadores.
Ahora la empresa tiene la opción de presentar un recurso para llevar el caso ante el Tribunal Supremo.
La Administración de Salud y Seguridad Ocupacional exigió en sus nuevos requisitos de seguridad que se instalaran barreras físicas entre los entrenadores y las orcas.
Estas normas fueron establecidas en 2010, unas semanas después de la muerte de una de las entrenadoras de SeaWorld a cargo de la orca llamada "Tilikum", que ya había matado antes a otras dos personas, durante un espectáculo en el parque de Orlando (Florida).
El cetáceo, que pesa seis toneladas y lleva 40 años en cautividad, llegó al SeaWorld de Orlando en 1991 precedido por su fama de haber matado a un entrenador en Canadá y, en 1999, se le vinculó al fallecimiento de un turista que se había colado en el recinto y apareció sin vida en el tanque de Tilikum.
La ballena regresó al espectáculo en 2011 y desde entonces no ha vuelto a ocurrir ningún percance similar.
Tilikum se convirtió en la protagonista del documental "Blackfish", estrenado el verano pasado, y que reabrió en Estados Unidos la polémica sobre el cautiverio de los animales al servicio del espectáculo.
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