Artículo de Carlos Cipriani López, tomado de El País.com.uy
María Fernanda Salvá con perras realojadas en Salinas. |
Se llegó a esa decisión después de recibir denuncias en relación al envenenamiento de perros verificado en el predio de la ONG, ubicada en Barros Blancos, Canelones.
Por un lado se acusaba a su presidenta, Sylvana Rosi, como responsable de los crímenes o actos de eutanasia. Esta contestaba en cambio que un vecino era quien le había matado a siete canes, al punto que se vio obligada a efectuar una denuncia policial.
Más allá de no reunir pruebas en contra de posibles autores de los envenenamientos, ante el hecho concreto de la muerte de perros, "y que el estado higiénico no era el más adecuado, porque había demasiados excrementos y los animales no estaban desde el punto de vista sanitario del todo bien, lo que resolvimos fue realojarlos y decirle a esa señora (la encargada de la ONG) que en esas condiciones y en ese lugar no podía volver a tener animales", afirmó Homero Cabanas a El País.
El procedimiento se efectuó con apoyo de la policía comunitaria y la alcaldía de Barros Blancos. En los hechos, la ONG Animales Desamparados, fundada en 2011, no podría dar refugio a otros animales, aunque no haya una clausura. Si lo hiciera y fuese denunciada ante la Conahoba, se le retirarían.
Sylvana Rosi sostuvo ante la Conahoba que su denuncia policial se debía a que el cebo envenenado se lo tiraban a los fondos de su casa. La intervención de la Conahoba estuvo pues vinculada con la defensa del bienestar de 15 perras, no debido a un maltrato, sino por la posibilidad de que también fuesen envenenadas y en razón de las condiciones higiénicas de su sitio de alojamiento.
"Desde el punto de vista alimenticio los animales estaban bien, no estaban flacos, y tenían las vacunas al día. La mayoría estaba castrada", sentenció el veterinario Cabanas, quien no constató heridas infectadas o sarna en las perras.
Una de las denunciantes de la ONG, que antes actuó como tesorera de la organización y renunció al cargo, María Fernanda Salvá, resultó en primera instancia la adjudicataria de las perras en custodia.
"Había que sacarlas a como diera lugar y se hicieron gestiones con un refugio, pero tenía que haber una instancia de cuarentena antes de sumarlas a un grupo grande. Se debe observarlas, cuidar que no tengan enfermedades latentes que puedan ser transmisibles. Ella (Salvá) se ofreció, tenía un lugar que se fue a visitar para cerciorarse de que los animales por lo menos iban a estar mejor y de que sus vidas no iban a correr riesgo", dijo Cabanas.
La Conahoba no fijó ningún plazo para que las 15 perras sigan en custodia de María Fernanda Salvá, debido a que no es sencillo reubicar a los animales. A diferencia de Cabanas, Salvá manifestó a El País que algunas perras tenían problemas intestinales o sarna.
Desde la ONG.
Consultada por El País, la presidenta de la ONG cuestionada, Sylvana Rosi, expresó otra versión. Dijo haber solicitado que le sacaran los animales de la casa porque se los estaban envenenando. "No podía seguir trabajando, levantándome cada día y encontrándome con animales envenenados. Pasó todo a juez, porque yo hice la denuncia correspondiente".
Rosi comentó que también llevará a los tribunales, en la esfera civil y la penal, el caso de las denuncias en su contra hechas por exintegrantes de la ONG.
Se ha sentido difamada, sobre todo por una persona que según ella promovió una campaña a través de las redes sociales, después de haber ocupado un cargo, por poco tiempo, en Animales Desamparados. "Hasta el día de hoy no ha devuelto facturas, análisis, por ejemplo ecografías, electrocardiogramas, o placas", aseveró Sylvana Rosi a El País.
Sin mencionarla, Rosi se refiere a Salvá, a quien conoció a través de Facebook. "Quería que se le pasara la ONG a nombre de ella. No se hizo y empezó a tener problemas con la secretaria; conmigo nunca tuvo un problema", indicó la presidenta de la ONG, que además lamenta que le hackearan la cuenta de Facebook, un grupo que tenía más de 18.000 seguidores.
Rosi no está satisfecha con el lugar en donde se realojó a las 15 perras. "Ya he recibido llamadas telefónicas de vecinos de ahí, quejándose de cómo las tenían". Aseveró que ella las ataba solo cuando se veía obligada a salir de su casa, y aceptó que los ladridos de muchos perros, a veces, quizás, incomodaban a los vecinos, si bien aclaró que nunca ha tenido problemas con estos, salvo con el supuesto autor de los envenenamientos.
Rosi adelantó a El País que la ONG no se cierra ya que no existe un impedimento legal. En la tarde de ayer, en un foro de internet, se dio cuenta de un cambio en la comisión directiva de la ONG, un nuevo establecimiento y la baja de los números de cuenta de Abitab y OCA. "Las Sras. Sylvana Rosi, Paola Castro e integrantes de la Sociedad ya no pertenecen a ella. Los colectivos serán otros que en breve informaremos así como la forma de colaborar y difundir, para ayudarnos a levantar esta ONG que actualmente se encuentra en la ciudad de Montevideo".
Contrapunto.
Salvá, tesorera de Animales Desamparados entre mayo y julio, tiene en custodia las 15 perras en un predio de Salinas. "Están felices, corren, juegan, duermen adentro. Estoy deseando que termine la cuarentena, para poder abrirle la puerta a la gente. Las perras no son agresivas. Lo eran por el gran estrés que tenían, atadas con correas cortas. Ahí murieron cuatro perros desde mayo hasta agosto; ella (por Rosi) tenía uno, que fue el que mató primero, que se llamaba Homero, que era muy agresivo, muy malo, malo a causa de estar atado ¿no?, del gran estrés que sufría; Los que a ella le daban trabajo, los mató".
Desde mayo a septiembre murieron 60 cachorros debido a parvovirosis
María Fernanda Salvá, la ex- tesorera de la Animales Desamparados, declaró a El País que al retirarse de la ONG, había 34 o 35 perros.
Agregó que además de los envenenamientos, advirtió situaciones no admisibles. Por ejemplo, el ingreso de cachorros en un sitio en donde estaba declarada la parvovirosis.
Salvá dijo a El País que Sylvana Rosi, la presidenta de la ONG, "entraba cachorritos y publicaba en la página (de Facebook) para que la gente colaborara. Tengo fotos, habrán entrado por lo menos 60 cachorros desde mayo a septiembre. Todos murieron, duraban tres o cuatro días, por la peste".
Según el testimonio de Salvá, en asambleas de la ONG quedaron planteadas divergencias, como el asunto de los cachorros o el "no esperar a tener los caniles prontos para los (perros) más complejos, o no esperar a terminar de poner el balastro (los perros andaban entre el barro), en pleno invierno, empapados, durmiendo entre su materia y su orín. Porque limpiábamos cuando íbamos, el fin de semana, los sábados o los domingos. El resto de la semana ella no hacía nada".
María Fernanda Salvá informó que conoció a Sylvana Rosi en octubre de 2013 a través de Facebook, ingresando como voluntaria, ayudándola con donaciones de la empresa en donde trabaja. Desde el 17 de mayo asumió como tesorera. De acuerdo a su testimonio, cuando en diciembre de 2013 renunció otra componente de la ONG, la presidenta Rosi "también mató perros, no es la primera vez que mata perros".
Salvá también comentó que, ante la denuncia que Rosi hizo a un vecino, catalogándolo como el envenenador de los perros, este por su parte presentó en Pando una denuncia penal contra la presidenta de la ONG.
Funcionarios de la alcaldía de Barros Blancos le ratificaron el hecho, así como que el caso se encuentra en stand by debido al cambio de jueces.
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