El descorne de ganado bovino, otra práctica atroz de la industria ganadera.

Enviado por peta.org

Muchas personas se sorprenden al saber que casi todas las vacas lecheras nacen con los tejidos que se desarrollará en forma de cuernos. Eso es porque la mayoría de los agricultores eliminan el tejido sensible o cuerno de los mismos cráneos de las vacas con abrasadores calientes, productos químicos cáusticos, cuchillas, sierras de mano, etc.

Los animales luchan a menudo con violencia y tienen que ser restringidos de forma manual o fijándole la cabeza (un aparato de metal para sujetar a una vaca por el cuello) durante el proceso de descornado doloroso, que con frecuencia se realiza sin anestesia o analgésicos y los resultados son un dolor agudo que dura por horas y puede convertirse en crónico.

Este procedimiento es muy traumático para los terneros jóvenes, que suelen ser de unas pocas semanas de edad cuando sus yemas de los cuernos son quemados o cortados de sus cabezas. A las vacas más viejas les va aún peor. El descorne en bovinos adultos por lo general requiere la amputación de la bocina, que ya se ha adherido al cráneo.

Las herramientas utilizadas para este procedimiento incluyen sierras, alambres cortantes, o espantosas guillotinas, que también les cortan la piel circundante. La eliminación de cuernos, en animales de más edad puede conducir a problemas post-operatorios de hemorragia, necrosis de los tejidos, fracturas óseas, sinusitis, e incluso la muerte. La herida causada por esta amputación puede tomar tres meses o más en sanar.

Los agricultores son plenamente conscientes de que el descornado es doloroso, y es a la industria a quien corresponde eliminar esta atroz mutilación. Una solución simple es criar a las vacas sin cuernos, naturalmente. Un solo gen determina si una vaca tiene cuernos, y este enfoque ha demostrado ser eficaz en la industria de la carne.

Sin embargo, la forma más fácil y efectiva para los consumidores para salvar las vacas de la miseria de las granjas industriales es dejar de comprar leche de vaca y otros productos lácteos y elegir en su lugar las decenas de leches veganas, quesos, yogures, cremas para café y helados disponibles en los supermercados.

En el siguiente vídeo (en inglés) se puede apreciar lo doloroso y cruel del procedimiento.