Artículo de Bea Costa, tomado de La Voz de Galicia
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Foto cedida. |
El animal se recupera de las heridas en una clínica veterinaria y parece que su vida no corre peligro al no afectar los perdigonazos a ningún órgano vital. Su propietario, Manuel Oubiña, se ha dirigido al cuartel de la Guardia Civil de Cambados para presentar la oportuna denuncia. «Xa me desapareceron varios gatos, pero isto non o perdono», indica el ribadumiense.
Manuel Oubiña hizo sus propias indagaciones entre los participantes en la batida, pero no logró que nadie identificara al autor de los disparos. «Eu só quero saber quen lle disparou, pero como ninguén mo di, a denuncia vai contra a batida», indicó.
Su casa está situada al lado de un monte donde hay caza, de modo que la familia está familiarizada ya a vivir con el sonido de los disparos. Pero lo ocurrido el domingo rebasó los límites, dicen. «Na casa hai un disgusto moi grande».
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