El animal había quedado atrapado en un barrera y el acusado le dio varios golpes en la cabeza, amputó tres patas al cadáver y lo arrastró 300 metros con un vehículo - «Lo sacrifiqué para que no sufriera», confesó el sospechoso, de 61 años.
Artículo de Marcos Ollés, tomado de Diario de Mallorca.esUn hombre está siendo investigado por matar a hachazos a un caballo en una finca en Pollença. El animal, propiedad del acusado, había quedado atrapado en una barrera e impedía el paso por un camino.
El sospechoso le propinó varios golpes en la cabeza con el arma hasta acabar con su vida y luego le amputó tres patas y arrastró el cadáver con un vehículo, según la investigación de la Guardia Civil. El hombre alegó que sacrificó al equino «para que no sufriera».
Un juzgado de Inca le ha imputado un delito contra los animales domésticos, penado con hasta un año y medio de cárcel. Además, ha sido denunciado ante la conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación por una infracción administrativa por vulnerar la ley de sanidad animal.
Los hechos ocurrieron el pasado 9 de abril por la mañana, según la investigación del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Un trabajador de una finca descubrió que una yegua de mediana edad estaba atrapada en un paso canadiense, una parrilla de barras metálicas instalada en el suelo sobre un pequeño foso para evitar que los animales salgan del terreno.
El caballo tenía tres patas metidas entre las rejas e impedía el paso de los vehículos por el camino, único acceso a varias fincas de la zona. El propietario del equino, un hombre de 61 años, fue alertado del incidente y acudió poco después al lugar.
Un testigo presencial explicó a los investigadores que el acusado empuñó un hacha y le asestó varios golpes en la cabeza al animal hasta matarlo. Luego le amputó las tres patas que tenía atrapadas en el paso canadiense y ató el cadáver a su vehículo con una cuerda. Lo arrastró unos 300 metros y lo dejó tirado en un camino.
El caso fue denunciado diez días después. El 19 de abril, unos excursionistas encontraron el cuerpo putrefacto del caballo y alertaron de su presencia. Los hechos fueron puestos en conocimiento de los Agentes de Medio Ambiente de la conselleria y de la Guardia Civil, que iniciaron una investigación. Acudieron al lugar acompañados de un veterinario, que certificó que el animal había muerto por los hachazos recibidos en la cabeza.
El dueño de la yegua, al ser preguntado por lo ocurrido, alegó: «Vi que tenía tres patas rotas y no podía salir del paso. Decidí sacrificar el animal en ese mismo momento para que no sufriera». Sin embargo, cuando la Guardia Civil le citó en el cuartel para ser interrogado como investigado, se acogió a su derecho a no declarar.
El caso está ahora en un juzgado de instrucción de Inca, que está llevando a cabo diversas diligencias por un presunto delito contra los animales domésticos.
En la causa judicial abierta se ha personado como acusación popular la Asociación Balear de Abogados por los Derechos de los Animales (ABADA), fundada en 2012 y que ejerce la acusación en casos de maltrato, sin interés económico ni ánimo de lucro, a través de su presidente, el letrado Manuel Molina.
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