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lunes, 28 de junio de 2021

Piden cárcel para un ganadero acusado de maltrato animal en una explotación con 64 cabezas de ganado

La fiscalía sostiene que durante años tuvo a los animales desatendidos y en un penoso estado de desnutrición e higiene.

Artículo de Alberto López, tomado de La Voz de Galicia.es
Alberto López.

Doce meses de prisión es la pena que pide el fiscal para un ganadero en un caso procedente del juzgado de Mondoñedo que se depurará esta semana en la sala de lo penal de Lugo. Está acusado de un supuesto delito de maltrato animal.

Según se indica en el escrito de acusación (de septiembre de 2019), el acusado era propietario de una explotación ganadera con unas 64 cabezas de ganado. Explica que desde el año 2015 se vinieron apreciando, en sucesivas inspecciones llevadas a cabo por los veterinarios de la Xunta de Galicia, graves deficiencias en materia de tenencia y cuidado de los animales pertenecientes a la explotación, «los cuales se encuentran en un penoso estado de desnutrición e higiene, además de que la propia explotación no cuenta con instalaciones adecuadas y suficientes para el número de animales que insiste en mantener el acusado».

«Así, los animales estaban extremadamente delgados por falta de alimentación, algunos presentaban heridas, muchos no disponían de un lugar seco donde acostarse por la insuficiencia de las instalaciones, otros estaban atados sin posibilidad de moverse y sin acceso a agua o alimento, etcétera», indica el fiscal, quien recalca que estas condiciones, tal y como se constató en sucesivas inspecciones del Paprona, no registraron cambio alguno.

Y ello a pesar de que desde el año 2015 el acusado tenía «perfecto conocimiento de tales deficiencias y del mal estado en que mantenía a sus animales, sin que hiciera nada por solucionar la situación, y ello pese a que contaba con medios económicos suficientes para realizar mejoras en la alimentación e instalaciones».

Concluye el fiscal indicado que, en el momento de instruirse el caso, el acusado trabajaba a jornada completa en un aserradero situado en las inmediaciones de la granja, lo que a juicio del fiscal le impedía atender correctamente una explotación con 64 cabezas de ganado.

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