¿Mascotas o complementos? Aumentan las operaciones estéticas en perros

La obsesión por la belleza y la eterna juventud parece haber llegado a los animales de compañía. Esta misma semana, el Colegio Real de Veterinarios inglés ha confirmado que el número de operaciones estéticas entre las mascotas ha aumentado un 80% durante los últimos cuatro años. 

Artículo de Héctor G. Barnés, tomado de El Confidencial.com

El pug es una de las razas más afectadas físicamente por la prolongada endogamia.
(¡Stock)

Y, aunque en muchas ocasiones estas tengan como objetivo velar por la salud del animal, en tantos otros buscan perfeccionar sus rasgos o evitar que el paso del tiempo haga estragos en la apariencia de sus mascotas. No hay que olvidar que el de los animales de compañía es un potente mercado que mueve grandes cantidades de dinero y en el que la apariencia de la criatura es casi tan importante como la pureza de su sangre.

No es la primera vez que se cuantifica el auge de esta tendencia. En el año 2011, según la aseguradora PetPlan y la Asociación Americana de Productos para Mascotas, se gastaron cerca de 50 millones de dólares en intervenciones estéticas en animales. Las más frecuentes son las de implantes testiculares para perros castrados, así como el levantamiento de párpados en razas como el bulldog, el mastín o el sabueso, célebres por sus “ojos tristes” que, en muchos casos, sus dueños intentan eliminar.

Un caso tristemente célebre es el del mastín tibetano de míster Yu, que murió en el quirófano después de que su dueño decidiese someterlo a una operación de estiramiento facial con el objetivo de conseguir más dinero a la hora de ser ofrecido como semental. El ciudadano de Pekín pidió como compensación 141.000 dólares (unos 105.000 euros), la misma cantidad que pagó por él en su día. Yu era un importante criador chino que tenía en su haber más de 30 animales y que recurría a la cirugía para mejorar la apariencia de sus perros.

Las razas de moda explican los números

Estos datos responden también a la proliferación durante los últimos años de dos razas en las que suele ser necesaria una intervención quirúrgica para asegurarse de que no sufrirán problemas de salud: el pug o carlino, originario de China, y el bulldog. De lo contrario, corren el riesgo de quedarse ciegos o morir al ver bloqueadas sus vías respiratorias, por lo que se ve necesario extraer el exceso de piel de su rostro o ser sometidos a una rinoplastia. La endogamia de estas razas ha provocado que los músculos de la cara de estos animales se acorten, lo que dificulta su respiración.

Según ha señalado el veterinario Gert ter Haar a The Telegraph, en su consulta figuran ocho veces más animales de estas razas que hace apenas un lustro. “Tratamos a muchos de estos animales porque son más populares gracias a las celebridades”, explicaba el profesor del medio británico al rotativo inglés, que reconoce que tan sólo opera a los animales cuya vida puede estar en peligro. Pero existen otras motivaciones más superficiales para que los animales pasen por el quirófano.

Es lo que ocurre con los casos de Obie o Kaiser, que fueron recogidos el pasado año en las páginas de The Daily Mail. El primero fue sometido a una liposucción para eliminar la piel sobrante de su estómago después de perder más de la mitad de su peso. El segundo, un doberman propiedad de una mujer de Los Ángeles llamada Heather Hughes, vio recortadas sus orejas y su rostro, alargado. La Asociación Médica Veterinaria Americana y la Sociedad Humana de los Estados Unidos se mostraron en contra de dichas intervenciones, debido al alto riesgo que puede tener la anestesia para los animales.

El mastín tibetano o dogo del Tíbet es uno de los perros más preciados.
(CC/Andrea Arden)

Durante muchos años, fue común que se cortasen las orejas y la cola a algunos perros para evitar que estos fuesen puntos vulnerables si se veían obligados a enfrentarse con otros perros, especialmente si eran obligados a participar en peleas de perros. En España dichas mutilaciones están prohibidas hoy en día, y en la Unión Europea, el órgano consultivo FVE (Federación de Veterinarios de Europea) se ha mostrado en contra de todas las cirugías con fines no curativos o sin fines de diagnóstico, entre los que también se encuentran la devocalización o la amputación de uñas y falanges en animales de compañía.

Mala suerte para los gatos negros

Otro dato proporcionado este mismo mes por la RSPCA inglesa (Sociedad Real para la Prevención de la Crueldad hacia Animales) ratifica que las mascotas están dejando de ser para algunas personas animales de compañía y convirtiéndose en un accesorio más. Según indicaba la organización, alrededor del 70% de los gatos abandonados son blancos o negros, algo que, como ellos mismos sugerían, podía estar causado no sólo por la mala suerte asociada con dichos animales, sino también porque resultan menos fotogénicos que los felinos de colores.

"Los gatos negros no están de moda", señalaba el trabajador de un centro de recogida de animales en un artículo publicado en The Independent. “Muchos miran a los gatos negros y dicen ‘¿no tienes otra cosa?’”. Los datos son devastadores: según un portavoz de la RSPCA, mientras que un gato atigrado recibió 30 llamadas interesadas en su adopción en apenas dos días, un gato negro nada más que despertó el interés de una persona. Una tendencia que, aseguran, se ha acentuado desde 2007. El mismo año en el que las cámaras de fotografías de mayor calidad comenzaron a adosarse a los teléfonos móviles, a la que poco después le acompañarían las primeras redes sociales para compartir fotos. ¿Casualidad?