Este es el segundo rescate de unos perros, de raza beagle, que han vivido su vida entera en un laboratorio de investigación.
Estos perros no han conocido otra cosa más que las jaulas de metal en las que han estado metidos. Ellos no han conocido el suave tacto de los humanos, una cama caliente, la compañía, el amor. Nunca han estado fuera, no han podido oler un árbol o la hierba.
Finalmente, después de años de ser utilizados para realizar pruebas, estos beagles son libres. Las escenas al verlos salir de las jaulas por primera vez son estremecedoras.
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