Artículo de Isabel Olmos, tomado de El Nuevo Herald.com
Jessica Cline, directora ejecutiva del Pelican Harbor Seabird Station. Roberto Koltún |
La Estación Pelican Harbor Seabird se enfoca principalmente en aves costeras, en su mayoría pelicanos pardos, y aves zancudas y marinas. Su misión es rescatar, tratar y rehabilitar.
Jessica compartiendo con uno de los pelícanos que se encuentran en el centro. Roberto Koltún |
“Y aunque estamos especializados en aves marinas, aceptamos cualquier especie silvestre herida. Nos pasamos el día evaluando nuevas aves heridas y tratando a las que ya tenemos. También pasamos mucho tiempo limpiando jaulas y alimentando a estos pacientes. Y una vez que el pájaro ya se ha recuperado, puede volar bien y se alimenta por sí mismo, entonces lo soltamos de nuevo en su hábitat natural”, explica Cline.
El pelícano pardo o Brown Pelican, que salió de la lista de aves en peligro de extinción hace casi cinco años, está catalogado como una especie de cuidado especial (SSC). El tratado de aves migratorias y la ley Lacey (prohíbe la comercialización ilegal de plantas y productos como madera y sus derivados que puedan afectar la vida silvestre) continúan protegiendo al pelicano pardo, sus nidos y huevos.
Uno de los pelícanos que se recupera en el centro. Roberto Koltún. |
Cada año el sur de la Florida da la bienvenida a muchas aves migratorias procedentes de diversas partes de Estados Unidos y Canadá. Treinta y cinco tipos de aves aparecen en la lista de especies en peligro de extinción y cuidado especial en el estado de la Florida, nueve son las que se encuentran en peligro de extinción, FE (Federally-designated Endangered), entre ellas el tántalo americano, cigüeña de cabeza pelada o cigüeñón, el Wood Stork.
“De todas estas aves en peligro de extinción solo una de ellas es un ave zancuda, el Wood Stork, que se encuentran en su mayoría en los Everglades”, asegura Cline. “En este momento no tenemos en el PHSS ningún pájaro de la lista de especies en extinción, pero a lo largo de los años hemos tratado varios casos de Wood Stork”.
Cline explica que la gran amenaza del tántalo americano o Wood Stork es “que está desapareciendo su hábitat”. Sin embargo, las aves costeras y marinas se enfrentan a otros peligros diferentes. “Las mayores amenazas para estas son los hilos de pesca, anzuelos y toda la basura en las playas”, insiste Cline. “Con algunas de las otras aves las mayores amenazas son los golpes en las ventanas y los ataques de los gatos”, agrega.
En plena temporada de anidación de aves y ante el aumento de la urbanización en las playas del sur de la Florida muchas aves están anidando en los tejados. “Cogemos los polluelos y pichones de las aves costeras que caen del nido desde el techo. Las aves playeras que anidan las trasladamos a techos de grava”, cuenta Cline. Una vez trasladados los polluelos a Pelican Harbor Seabird Station, “si estos no tienen lesiones, los volvemos a colocar en el techo con sus padres. Y si el polluelo está lastimado, tratamos de devolverlos cuanto antes a su medio natural”.
En ocasiones los polluelos con plumas en las alas todavía no pueden volar. En estos casos Cline recomienda “devolverlo al nido. Y si este ha sido eliminado o es demasiado alto, se puede hacer un nuevo nido y colocarlo de nuevo en el mismo árbol o en una maleza. La única vez que puede apartarse a un ave bebé de sus padres es cuando está herida con sangre, alas desiguales, débil y con escalofríos o es atacado por un gato o perro”.
Una de las aves que recibe cuidados en el centro. Roberto Koltún |
El principal reto de esta organización sin ánimos de lucro es recaudar fondos para la ampliación del centro de acogida de aves, que fue construido para albergar entre 200 y 300 aves al año y en la actualidad acoge anualmente unas 1,900 aves.
Cada año, el PHSS llega a miles de estudiantes a través de programas de educación y campamentos de verano que enseñan a los escolares la flora y fauna nativa del sur de la Florida y cómo mantener las playas y vida salvaje limpias. Lo primero que les explicamos a los niños es por qué nos especializamos en el Pelican Brown, concluye.
Sobre otros centros de acogida de aves de la zona destaca The Falcon Batchelor Bird of Prey Center en el Miami Museum of Science (3280 South Miami Ave. Miami, 305-646-4440 y 305 646 4244). El South Florida Wildlife Center sirve en el área de los condados de Palm Beach, Broward y Miami-Dade (954-524-4302 o 866-SOS-WILD, 3200 SW 4 Ave., Ft. Lauderdale). Más al sur se encuentran los de Everglades Outpost (305-247-8000, en el 35601 SW 192 Ave., Homestead) y Lloyd Brown (305-235-5315, en Perrine).
Más información en pelicanharbor.org y (305) 751-9840. 279 NE 79 St. Causeway
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