Tomado de Russia Today.com
Fue la hembra Bibi la que comenzó la ruptura. Los empleados se dieron cuenta de que algo pasaba cuando atacó a su pareja y le mordió el caparazón. Pero esto era sólo el principio de una serie de ataques que llevaron a Poldi a mudarse a otra jaula.
Para reconciliarlos, las autoridades del zoológico probaron incluso con comida afrodisíaca, terapias de pareja y propiciando juegos amorosos entre ellas, pero hasta ahora todos los esfuerzos han sido en vano.
"Parece que no soportan estar juntas y han decido no relacionarse más", comenta la jefa del zoológico, Helga Happ. "Es muy raro que animales que han vivido tanto tiempo juntos se separen”, señala. Bibi y Poldi nacieron en 1897 y han vivido juntas desde su niñez.
Al zoológico en Klagenfurt llegaron hace 36 años procedentes de un zoológico de Basilea, en Suiza. En total, esta especie de tortugas puede vivir más de 200 años.
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