Un cuidador habitual de las aves en el entorno del Museo de la Ciencia alerta del descenso del número de ejemplares en los últimos meses.
Artículo de J. SANZ, tomado de El Norte de Castilla.es![]() |
Dos ocas con sus pollitos en el islote situado bajo la pasarela del Museo de la Ciencia. / |
«Alguna vez hemos visto a gente tirando piedras a las aves desde las orillas o desde la pasarela y hay muchas personas que pasean con los perros, pero la verdad es que no sabemos por qué en los últimos meses están desapareciendo algunos ejemplares del Pisuerga (patos, ocas y cisnes) en el entorno del Museo de la Ciencia», explica Alberto, un cuidador habitual de las aves es este paraje urbano, situado entre el Cuatro de Marzo y Arturo Eyries, quien lamenta que también se han encontrado con «patos heridos».
El cuidador, que lleva años dando de comer a las aves del río junto a su mujer, explica que «son animales muy dóciles al estar acostumbrados a las personas, pero también son muy frágiles por este motivo y tampoco entendemos muy bien quién puede dedicarse a lastimarles o a matarles, si es que es el caso». Lo cierto es que no sabe por qué han desaparecido. «Quizás sea por diversión o para llevarlos a la cazuela, pero no creo que eso sea razonable que ocurra», lamenta.
![]() |
Ocas bajo la pasarela del Museo de la Ciencia. / |
«Hace pocos días desapareció un cisne que vino del Campo Grande, y que llevaba tiempo aquí, y nos encontramos con un pato malherido», concreta Alberto, quien recuerda que no solo ellos cuidan en este entorno a las aves: «Son muchas las personas que les dan de comer y muchas las familias con niños que se acercan por aquí para verlos».
Alberto relata que algún día, incluso, se ha enfrentado a personas que lanzaban piedras a las aves. Esta última situación se produjo el mes pasado, cuando multitud de testigos observaron a un grupo de personas apedreando literalmente a patos y ocas en el paseo de Don Juan de Austria y se tradujo en una denuncia por parte de Los Amigos del Pisuerga ante la Policía Nacional. «Les dices con educación que paren, pero es complicado», reconoce antes de añadir que también la presencia de basuras en las riberas y en la propia isla del Palero supone «un riesgo para los animales».
Decenas de voluntarios, eso sí, participan muchos fines de semana en batidas de limpieza por las riberas del Pisuerga para retirar desperdicios, sobre todo, en forma de plásticos o botellas de restos de botellones. «Hacen una labor impagable, pero creo que la responsabilidad de cuidar el medio ambiente debe ser de todos», concluye Alberto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario